Los países centroamericanos han constituido históricamente un espacio regional marcado por la movilidad humana. Hoy, cuando la región es considerada como uno de los corredores migratorios más importantes del mundo, queremos hablarte de nuestra experiencia de trabajo en la ruta migratoria centroamericana.
Para muchas personas migrantes, el identificar su ruta de destino en cuestión de trayecto y tiempo es muy importante. Supone monitorear cuánto les implicaría el paso por cada país si es que cuentan con suerte y éxito durante cada travesía, ya que en su mayoría la desinformación y el uso de vías migratorias irregulares se ligan en muchos casos con el tráfico ilícito de migrantes.
Mi camino seguro: nuestro proyecto en la ruta migratoria centroamericana
Cruzar El Salvador implica una duración de entre seis y 24 horas. Sin embargo, las personas migrantes en tránsito no dimensionan que atenderse oportunamente de forma psicosocial y humanitaria es también un derecho. Con dicha atención, que proporciona Ayuda en Acción a través del proyecto “Mi camino seguro” (financiado por UNICEF), las personas migrantes comienzan a ser conscientes y abordar los riesgos, la salud, los traumas y el bienestar al que tienen derecho.
Dicho proyecto, que presta especial atención a infancia, adolescencia y familias de la región en tránsito, lo llevamos a cabo en fronteras terrestres de El Amatillo (municipio de Pasaquina, en el departamento de La Unión) y La Hachadura (municipio de San Francisco Menéndez y Las Chinamas, en el municipio y departamento de Ahuachapán). Tiene por objetivo propiciar entornos para la atención integral en espacios protegidos y seguro para colectivos vulnerables en situación de amenaza y alta vulnerabilidad que se encuentran en tránsito por El Salvador.
Desde el inicio del mismo, en septiembre de 2022, hemos conseguido dar apoyo ya a más de 1700 niñas, niños, adolescentes y familias migrantes en tránsito por El Salvador, dotándoles de asistencia humanitaria, psicosocial y asesoría migratoria acorde a su edad, sexo y género.
Además, hemos conseguido apoyar a más de 200 operadores del Sistema Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (CONAPINA, PDDH, PGR, PDDH y PNC) para fortalecer sus capacidades en atención y asistencia humanitaria. Y hemos construido un ecosistema favorable para identificación, atención y sensibilización a la población migrante en tránsito, atendiendo aquellos casos de mayor vulnerabilidad a través de una ruta de atención y derivación de casos en coordinación con CONAPINA.
Pero los esfuerzos de Ayuda en Acción por conocer y actuar en la problemática sobre la ruta migratoria centroamericana no se quedan en la mera atención. Ya estamos trabajando una investigación sobre la situación y caracterización de perfiles y necesidades humanitarias de la niñez en tránsito, en la que se incluirán casos y experiencias de niñez migrante en tránsito.
Próximos objetivos en la ruta migratoria centroamericana
Ayuda en Acción tiene prevista la creación de centros especializados de ayuda humanitaria en los que se brinden instalaciones seguras para personas en tránsito hacia el norte, o bien en situación de retorno. En dichas instalaciones se podrá cumplir con los siguientes objetivos:
- Atención psicosocial y primeros auxilios psicológicos a infancia, adolescencia y familias migrantes.
- Asesoría acerca de la ruta migratoria de Guatemala y México.
- Entrega de kits de ayuda humanitaria
Además, habrá espacios especialmente dedicados a la infancia, como salas lúdicas para atención psicosocial y, por otro lado, comedor.
También se han establecido convenios de cooperación con Policía Nacional Civil y FLACSO El Salvador. Se ha logrado una intervención en cada una de las fronteras a través de la integración en espacios de sensibilización como la Red Farolitos por la paz en el Departamento de Ahuachapán y la Red local de atención a personas migrantes en el departamento de La Unión.
El programa Mi Camino Seguro ha evidenciado que es crucial y real el incremento desmedido en los flujos migratorios en la ruta centroamericana, así como también lo es la demanda de servicios para proteger a infancia y adolescencia migrante.
(*Artículo escrito por E. Josefina Ramírez, responsable de comunicación de Ayuda en Acción en El Salvador, y editado por Noemí García Cabezas, sede central de Ayuda en Acción)