En La Moskitia hondureña, los pueblos indígenas enfrentan una profunda vulnerabilidad en el ejercicio de sus derechos humanos y territoriales. Esta situación se ve agravada por una débil presencia institucional, vacíos jurídicos y normativas contradictorias que limitan la protección efectiva de sus territorios y recursos naturales. Los defensores de derechos enfrentan constantes amenazas, sin mecanismos sólidos de apoyo o respuesta. Además, la inaccesibilidad geográfica, la limitada conectividad y el alto costo del transporte afectan gravemente la economía local, dificultando el acceso a insumos, mercados y servicios. Las comunidades dependen de medios de transporte costosos y riesgosos, cuya navegabilidad es estacional. Esta situación impacta la productividad, competitividad y seguridad alimentaria. A esto se suma la falta de integración entre la gobernanza pública e indígena, lo que profundiza la exclusión social y limita la capacidad local para gestionar conflictos, proteger los recursos naturales y responder a amenazas emergentes.