Uno de los principales retos a los que nos enfrentamos es el abandono educativo prematuro, que a medio y largo plazo implica efectos negativos que agravan la brecha educativa, el riesgo de desempleo, la situación de pobreza y la exclusión social en los jóvenes más vulnerables socioeconómicamente y con mayores dificultades de inserción.
El abandono del sistema educativo y como consecuencia, los bajos niveles formativos alcanzados, alimentan el círculo de la desigualdad, influyendo en menores oportunidades de acceso al mercado de trabajo y mayor probabilidad de riesgo de exclusión social.
Es por ello que, de cara a mejorar las proyecciones de integración social, educativa y laboral de los jóvenes en situación de vulnerabilidad, es imperativo seguir trabajando en nuevas metodologías y enfoques de enseñanza-aprendizaje que incorporen dentro del itinerario formativo sistemas de orientación profesional y vocacional de calidad, de desarrollo y adquisición de competencias tanto personales como técnicas y de conexión con su entorno.
En este contexto nace LEVEL-UP, a partir del convencimiento que el papel de la educación y formación tiene como mecanismo para incrementar la empleabilidad de jóvenes en situación de vulnerabilidad, impulsando su continuidad educativa y el salto al mercado de trabajo, aumentando las posibilidades de acceder a un empleo de calidad en el espacio transfronterizo y reducir la desigualdad de oportunidades de acceder a una educación de calidad.