La malnutrición, y una de sus caras, la obesidad, afecta más a las clases socioeconómicas desfavorecidas y tiene graves consecuencias en la infancia, tanto a nivel médico como psicológico y emocional (baja autoestima, sensaciones de inferioridad, rechazo, etc.) Consecuencias que conducen a la discriminación, la marginación y a menor calidad de vida. Es por ello que Ayuda en Acción, junto con entidades privadas como el Instituto DKV de la Vida Saludable, apoya en los centros educativos con los que colaboramos mediante nuestro programa Aquí también con acciones de promoción de hábitos alimenticios y vida saludable para niños, niñas y familias en situación de vulnerabilidad en España.
En este contexto, ya es el segundo año que gracias a DKV, Ayuda en Acción ha implementado en tres CEIP de Zaragoza, seis de Cornellá (Barcelona), un instituto y un centro abierto de jóvenes en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), a través de la Fundación Alícia, los talleres «Hábitos alimenticios y vida saludable para niños, niñas y familias en riesgo de exclusión». 52 talleres mediante los cuales se ha ofrecido información y formación a 250 alumnos/as de la capital aragonesa y a 502 de Cornellá de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet con el objetivo de sensibilizar y dar pautas para que, desde la infancia, estos 752 menores se conviertan en agentes corresponsables del cuidado de su salud.
Y es que, en los últimos tiempos, la alimentación se ha convertido en otro problema de preocupación del profesorado. Así, Beatriz, profesora en 2015 en el CEIP José Antonio Labordeta de Zaragoza, expresaba tras introducir en el centro medidas educativas al respecto: «[…] La alimentación [les] preocupaba mucho porque eran muchos los alumnos que venían al colegio sin haber desayunado, los almuerzos eran poco sanos, las chucherías abundaban…». En este sentido, Alba Abot, técnica del área de salud y buenos hábitos de la Fundación Alícia, nos comentaba la importancia de incentivar desde la infancia una alimentación equilibrada cuando, efectivamente, se está viendo diariamente que la mayoría de las y los niños traen para el recreo alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas, lo que está incentivando la obesidad junto con una baja actividad física.
A partir de la interpelación «y tú, ¿qué desayunas?», la Fundación Alicia les ha explicado a estos niños y niñas la pirámide de cuatro caras para una alimentación equilibrada, teniendo en cuenta no sólo los alimentos que comemos sino la forma en que los cocinamos, con quién, dónde y cómo los comemos y, finalmente, la actividad física que realizamos. Esperamos que esta iniciativa, junto con el trabajo diario en las aulas, ayude al alumnado a adquirir conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada.