En nuestro trabajo diario conocemos a miles de personas que, de muy diversas formas, contribuyen a conseguir un mundo más justo. Creen en una sociedad donde todos y todas deberíamos poder disfrutar de los mismos derechos; donde el crecimiento de unos no debería poner en peligro el bienestar de otros. En definitiva, defienden un mundo sostenible y, para conseguirlo, practican un valor fundamental: la solidaridad. ¡Conoce 5 ejemplos de personas solidarias que te inspirarán!

¿Qué es la solidaridad?


Cuando hablamos de solidaridad no debemos confundirla con caridad. Mientras que el primer concepto habla del valor de la ayuda entre iguales, el segundo hace alusión a una supuesta superioridad de quien ayuda. Como diría Eduardo Galeano, “la caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”. ¡Si quieres saber más sobre la solidaridad no dejes de seguir leyendo!

En Ayuda en Acción trabajamos desde 1981 impulsando la solidaridad y la dignidad para conseguir un mundo más justo. A lo largo de este tiempo hemos conocido a miles de personas solidarias, y hoy te queremos contar solo algunas.

Cinco ejemplos de personas solidarias en el mundo


1. Miren Peña, cooperante en México:


Miren cooperante Ayuda en Accion

¿Sabías que hay más de 2800 españoles y españolas que se dedican profesionalmente a trabajar por un mundo más justo? En Ayuda en Acción contamos con un amplio equipo de cooperantes en 18 países del mundo. Miren, que ha viajado como cooperante a uno de nuestros proyectos en México, cuenta qué supone esta experiencia para ella:

“Principalmente implica conectar con otras realidades. Significa asumir que antes de lo imaginado tendré que hacer una bola de papel con mis prejuicios y expectativas para tirarlos a la basura más cercana. Supone aprender a relacionarme desde mis privilegios, con la mayor empatía que puedo, siendo consciente de que ni así será suficiente en muchas ocasiones para salvar las distancias que existen. Implica aceptar que soy efímera, que no me necesitan, que todo seguirá igual sin mí. Y que, sin embargo, nada seguirá igual para mí”.

2. Inma y Marina, dos madrinas muy comprometidas:


Si conseguimos cambiar vidas en nuestros proyectos, es gracias al apoyo de los más de 105 000 socios, padrinos y madrinas que confían en nuestro trabajo. Inma y Marina son madre e hija y llevan 24 años siendo madrinas de la organización. Juntas pudieron conocer de primera mano cómo su ayuda estaba transformando la vida de muchos niños y niñas en Bolivia. Además de mucha ilusión, en su maleta de vuelta también trajeron un mensaje muy importante para otros padrinos y madrinas: ¡no dejéis de contestar a sus cartas!

3. Deysi, de niña apadrinada a trabajadora de Ayuda en Acción:


Aunque no llegó a conocerla en persona, Deysi recuerda con mucho amor a Sandra, su madrina entre los 8 y los 14 años. La vida de esta joven de Villa el Salvador (Perú), cambió radicalmente gracias al apoyo de Sandra: pudo ir a la escuela, tener garantizada la atención médica, alimentarse de forma saludable. En definitiva, crecer y mejorar sus oportunidades. Lo más bonito de esta historia es que la relación de Deysi con Ayuda en Acción no acabó cuando finalizó su apadrinamiento. Continuó como voluntaria y más tarde se sumó nuestro equipo de Vínculo Solidario en Perú. ¡No te pierdas su historia!

4. Wan, profesora que lucha contra la ablación:


La ayuda crea cadenas de solidaridad como la que protagoniza la joven Wan en Kenia. Gracias al apoyo de Ayuda en Acción y la Fundación Kirira, Wan pudo recibir una educación que la salvó de ser víctima de la mutilación genital. Hoy es profesora y trabaja para que otras niñas de su comunidad puedan escapar de esta forma de violencia de género.

5. Sandra, voluntaria en Ecuador:


Sandra forma parte de nuestra gran familia de voluntarios y voluntarias desplegados por el mundo. Viajó a Ecuador para realizar un voluntariado en terreno con Ayuda en Acción. No hay duda de que la estancia fue muy enriquecedora, pues ella misma bromea contando que, en pocos días, hizo “un máster acelerado en cambio climático, agua y sector agropecuario”. ¡Está claro que el voluntariado cambia vidas!

Características de las personas solidarias


A lo largo de este post habrás podido comprobar cómo hay algunas características que unen a todas estas personas solidarias de las que te hemos hablado. ¡Enumeramos algunas!

  • Desinteresadas: el único interés que les mueve en sus acciones es el bien común. Ninguna persona hace algo para llevarse el mérito o beneficios propios.

  • Abiertas: las ganas de aprender caracterizan a todas estas personas de las que te hemos hablado. La solidaridad requiere una actitud continua de apertura con lo diferente.

  • Generosas con sus bienes y con su tiempo. Ninguna persona que no sea solidaria está dispuesta a dar su tiempo, su esfuerzo o su dinero por algo. La generosidad también caracteriza a las personas solidarias. En un proyecto solidario no se da: se comparte.


Ejemplos de acciones solidarias


El mundo necesita muchas personas solidarias. ¿Eres una de ellas? Si quieres ayudarnos a luchar contra la pobreza y la desigualdad, tienes mil formas de hacerlo.

  • ¡Únete a la causa! Si te mueve el futuro de la infancia y la juventud, hazte socio o socia de Ayuda en Acción.

  • Haz voluntariado si lo tuyo es implicarte a fondo en la causa que defiendes.

  • Sé activista: hay muchas formas de hacerlo, desde salir a la calle hasta iniciar acciones a través de Internet o de las redes sociales.


¿Has elegido ya? ¡Practica la solidaridad!

 



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