El mar y sus recursos son una fuente histórica de riqueza en Perú. Sin embargo, la vida de muchas familias pesqueras está marcada por la pobreza y la precariedad. Para apoyarlas hemos puesto en marcha AcuiPesca Perú, un proyecto que fomenta la acuicultura y la pesca sostenible en la bahía de Sechura, al norte del país.
Importancia de la pesca en Perú
La pesca es una fuente histórica de riqueza para el país andino. Junto con la acuicultura, como se conoce al cultivo de organismos acuáticos, garantiza los ingresos de muchas familias, genera empleos, mejora la seguridad alimentaria y contribuye a reducir la pobreza. Una de las actividades estrella en los mares peruanos es el cultivo de la concha de abanico, un molusco muy parecido a la vieira. ¡Acapara más del 50% de la maricultura de todo Perú!
¿Cómo apoyamos la pesca sostenible en Perú?
Al noroeste de Perú se encuentra una de las zonas pesqueras más ricas del país: la Bahía de Sechura. Situada en el departamento de Piura, a lo largo de sus 12 caletas se practica sobre todo la pesca artesanal y también existen importantes cultivos de la concha de abanico. Sin embargo, los beneficios de estas actividades no siempre se traducen en una mejor calidad de vida para las familias pesqueras. La falta de formación, los recursos limitados y el impacto del cambio climático son algunos de los obstáculos que lastran el desarrollo del sector.
Para impulsar una acuicultura y una pesca más competitivas y sostenibles en esta bahía, hemos puesto en marcha el proyecto AcuiPesca Perú con el apoyo de la Cooperación Gallega. Trabajaremos hasta 2021 en consorcio con el Centro Tecnológico del Mar (CETMAR) y ANFACO-CECOPESCA, así como con la colaboración del Ministerio de la Producción de Perú.
¿Cómo vamos a fomentar el desarrollo económico y social de estas comunidades pesqueras? Nos centraremos en la cadena productiva de la concha de abanico y seguiremos tres líneas principales de intervención:
Fortalecimiento de las organizaciones de productores.
Tecnología e innovación.
Sostenibilidad ambiental.
Formación de productores
Desde Ayuda en Acción pondremos el foco en la formación de los productores. Aprenderán, por ejemplo, a mejorar la siembra y recogida del molusco para que sea más eficiente, sostenible y segura. También se formarán en gestión empresarial y financiera para optimizar su venta. En estos aprendizajes jugarán un papel muy importante las pasantías con las asociaciones de productores, conocidas como OSPAS. Sólo en la Bahía de Sechura hay más de 200 agrupaciones de este tipo. Sus miembros nos visitarán para contar de primera mano su experiencia y poder intercambiar consejos y conocimiento con los participantes del proyecto.
Pero el apoyo del proyecto no se limita al trabajo con los productores, sino que se extiende a otros profesionales involucrados en la cadena. Por ejemplo, impulsaremos certificados de profesionalidad para buzos (quienes extraen la concha de abanico), brigadas de descarga (transportan las conchas del barco a los camiones) y desvalvadoras (extraen la carne de las conchas). Gracias a estas certificaciones, su trabajo podrá regularizarse y ser más seguro, pues muchos buzos carecen de conocimientos y material necesario, lo que hace que se jueguen la vida a diario en su búsqueda de conchas.
La amenaza del cambio climático
El cambio climático está castigando con dureza al sector pesquero y acuícola en todo el mundo. Perú es un fiel reflejo de esta realidad. De hecho, el departamento de Piura, donde se desarrolla AcuiPesca, es la región del mundo más afectada por El Niño. En 2017, este fenómeno climático destruyó casi toda la producción de concha de abanico en Sechura.
La forma más común para cultivar la concha de abanico en esta zona es el cultivo de fondo. Con esta técnica, desde que se siembra hasta que se recoge la cosecha tienen que pasar entre 12 y 16 meses. Como consecuencia de esta larga espera, la exposición a fenómenos y alteraciones climáticas como los cambios en la temperatura del agua es muy elevada.
Con AcuiPesca queremos apostar por la innovación y la tecnología para reducir riesgos derivados del cambio climático. Así, por ejemplo, estudiaremos métodos de cultivo alternativos y más sostenibles, como el cultivo en suspensión. Otra clave para que perder una cosecha no signifique perderlo todo es la diversificación de la producción. En este sentido, las algas ya están demostrando ser muy buenas aliadas. Pueden convivir sin problemas con las conchas y tienen muchas salidas en el mercado: como alimentos, en la industria cosmética… Además, también actúan de barrera natural contra el cambio climático, debido a la gran cantidad de CO2 que pueden retener.
Proyectos como AcuiPesca nos demuestran que la receta para mejorar la vida de las familias pesqueras en Perú debe tener un ingrediente fundamental: la sostenibilidad. Visita nuestra web para conocer de qué otras maneras trabajamos por un uso y conservación sostenible de nuestros mares y océanos.