- El empoderamiento de la mujer resulta fundamental para el crecimiento de la sociedad
- Ayuda en Acción vela por los derechos de los niños a través del programa de apadrinamiento
Brendis, con 34 años, es la única mujer en la asociación de lancheros de su ciudad y ocupa además el puesto de vicepresidenta. Esta actividad le ha aportado muchos beneficios en su día a día. “Cambió mi vida. Gracias a ello obtuve el diploma de naturalismo”, cuenta Brendis, que compagina su trabajo como guía naturalista/turística con sus estudios y el cuidado de sus hijos.
Después de demostrar sus dotes de navegante en un pequeño barco nos cuenta que colabora como voluntaria en el comité de vínculo solidario de Caserío el Icaco desde hace cinco años. Su trabajo en el comité va desde recolectar las cartas de los niños para enviarlas a los padrinos, hasta dar talleres sobre los derechos de los niños, pasando por la obtención de permisos y organización de excursiones y actividades para el grupo.
Los derechos de los más pequeños fueron su principal motivación para pasar a formar parte del comité. “Me hice voluntaria cuando vi que había varios niños que necesitaban saber sobre los maltratos. En cierta ocasión vi como llegaban los de Ayuda en Acción y les enseñaban que no podían ser maltratados, que podían defenderse, les enseñaban sus derechos”, explica Brendis.
“Con ellos aprendí de derechos, de derechos de las mujeres, a saber defenderme, obtuve un trabajo, soy mejor persona”
“Me ha ayudado mucho ser parte del comité. Tengo a mis hijos y a través del comité he aprendido a tratarlos, a atenderlos y entenderlos, a tener una mejor comunicación con ellos. Soy mejor madre”, afirma orgullosa.
Aunque de pequeña quería ser doctora, Brendis está contenta con su trabajo y vida actual y agradece a Ayuda en Acción todo lo que ha aprendido porque “ha significado un gran impacto. Con ellos aprendí de derechos, de derechos de las mujeres, a saber defenderme, obtuve un trabajo, soy mejor persona”, asegura.
Ayuda en Acción cuenta con más de 96.000 padrinos y madrinas. Gracias a ellos y al trabajo de cientos de personas como Brendis en los 18 países de América Latina, África y Asia en los que tenemos presencia, miles de niños y niñas acceden a sus derechos y a una vida mejor.