La solidaridad puede llegar a tu vida de muchas maneras. Reconocer su valor y la necesidad de contar con ella para construir un mundo mejor es una decisión personal, como la que tomó Álvaro de Castro. Este médico de Ourense decidió continuar con el legado que su madre le dejó cuando él tenía 22 años y siguió apadrinando con Ayuda en Acción. Desde entonces han pasado más de 20 años.


Hoy, en un escenario en el que la COVID-19 sigue marcando la vida diaria, este médico de familia –que ha recibido el reconocimiento por su labor en la residencia de la tercera edad de su localidad durante los momentos críticos de la pandemia– tiene claro su deseo para esta Navidad. Álvaro sueña con que todas las personas tengan la oportunidad de celebrar estas fiestas en cualquier lugar del mundo. Pero sabe que la pandemia aún está presente y llama a la prudencia médica… y a la reflexión frente a las desigualdades.


Álvaro y su familia son socios desde 1992 y hoy hemos querido hablar con él para conocer sus motivaciones, sobre todo en unas fechas tan especiales como las de las navidades. Te dejamos el vídeo de la entrevista, ¡son solo siete minutos! Si no puedes leerlo, más abajo te hacemos un resumen de lo conversado con este socio de casi 30 años de antigüedad.



La educación en valores, el legado más valioso


En nuestra charla con Álvaro recuerda con cariño cómo su madre siempre le inculcó la importancia de ser consciente de las brechas sociales y las desigualdades. La huella que ella dejó en él le impulsó a seguir trabajando y aportando lo necesario para seguir construyendo un mundo mejor.


De su infancia y juventud recuerda las cartas de los niños y niñas a los que apadrinaban. Les escribían desde miles de kilómetros contándoles cómo eran su vida y su comunidad. Recuerda también la claridad de los detallados informes que se hacían llegar desde Ayuda en Acción, y que aún hoy recibe periódicamente.


Hoy, los mismos valores que recibió él de su madre son los que transmite a sus hijas. Cree que no cerrarles los ojos frente a las desigualdades sociales es la mejor manera de asegurar que ellas también quieran poner su granito de arena para mejorar el mundo.


Álvaro nos habla también en su entrevista de la importancia de dejar huella, del legado en forma de mejoras que cada persona debería dejar al mundo. Pero no olvida “el legado con mayúsculas que Ayuda en Acción lleva dejando 40 años”.


Estas navidades, este padrino pasará las fiestas con sus hijas y pensará en la infancia a la que apoyan en Ecuador. Recordará la frase de Jacinto Benavente “con cada niño nace la humanidad” y sabrá que de alguna forma, contribuye a dar oportunidades a todos esos niños y niñas a los que apoya a través del apadrinamiento.