Cabo Delgado, al norte de Mozambique, es una región privilegiada en recursos naturales, especialmente gas, pero también un lugar marcado por el olvido, la pobreza y ahora, un violento conflicto que ha transformado la vida de miles de personas. Desde 2017, esta zona ha sido el escenario de una crisis devastadora, con familias huyendo, aldeas destruidas y una situación humanitaria que parece no tener fin. ¿Quieres saber qué está ocurriendo? ¡Te lo contamos!
Cabo Delgado: la provincia olvidada
Piensa en una tierra con una belleza natural impresionante y un potencial económico enorme, pero donde la mayoría de su gente lucha cada día para sobrevivir. Así es Cabo Delgado. Es la provincia más septentrional de Mozambique y, a pesar de ser rica en gas natural, ha estado históricamente marginada y desatendida.
Con una tasa de analfabetismo del 43% y una esperanza de vida que no llega a los 50 años, la vida en Cabo Delgado no es fácil. Tiene una población estimada de 2.320.261 habitantes, según el censo nacional de 2019, y el 83% de la población vive en zonas rurales, donde la pobreza es rampante y las oportunidades casi inexistentes. Aunque pueda parecer increíble, muchas familias viven con menos de 34 euros al mes. Este escenario de vulnerabilidad ha sido el caldo de cultivo perfecto para la escalada de violencia que comenzó en 2017 y que, lamentablemente, continúa hasta hoy.
Esta guerra de Mozambique ha obligado a miles de personas a abandonar sus hogares. Ciudades como Pemba, que antes eran centros tranquilos, ahora están desbordadas de refugiados que buscan seguridad, mientras enfrentan problemas aún más graves, como la falta de acceso a agua potable, alimentos, saneamiento y servicios médicos.
El origen de la guerra de Mozambique
Todo empezó en octubre de 2017, cuando un grupo armado atacó una pequeña ciudad en Cabo Delgado. Al principio, muchos pensaron que era un ataque vinculado a RENAMO, un grupo rebelde local. Pero pronto se descubrió que los responsables eran un grupo islamista conocido como Al-Shabaab (sin relación con el grupo del mismo nombre en Somalia). Este ataque en Cabo Delgado no fue un hecho aislado. En los meses siguientes, el grupo comenzó a sembrar el terror en la región, quemando aldeas, atacando civiles y cometiendo atrocidades como decapitaciones.
El gobierno de Mozambique intentó contener la situación, pero las fuerzas locales no estaban preparadas para enfrentar a los insurgentes. A pesar de contar con ayuda internacional y contratar a empresas de seguridad privadas, como la rusa Wagner, los ataques continuaron y el conflicto de Mozambique se intensificó.
Para julio de 2020, Cabo Delgado era un campo de batalla, con miles de personas desplazadas, más de 1400 muertos y aldeas enteras destruidas. A pesar de los esfuerzos internacionales, las intervenciones militares y la ayuda de países como Japón y la Unión Europea, la violencia persiste.
Causas de la guerra en Cabo Delgado
Esta guerra en Mozambique no es un simple enfrentamiento militar. Las causas son profundas y reflejan problemas estructurales que llevan décadas enraizados en la región. ¡Te explicamos algunas de las principales razones!
- Desigualdad económica. Aunque Cabo Delgado es rica en gas natural y otros recursos, la población local no se ha beneficiado de esta riqueza. Mientas las multinacionales extraen recursos, la gente sigue viviendo en la pobreza. Esta injusta distribución de la riqueza ha provocado un sentimiento de frustración, sobre todo entre jóvenes, que ven pocas oportunidades para mejorar sus vidas.
- Tensiones religiosas y étnicas. Aunque el conflicto no puede simplificarse a una guerra religiosa, las tensiones entre diferentes grupos étnicos y religiosos han sido un factor detonante. La radicalización de algunos sectores de la población, influenciados por grupos extremistas, ha alimentado el conflicto.
- Exclusión social y marginalización. Durante años, las comunidades de Cabo Delgado han sido marginadas por el gobierno central. La falta de inversión en infraestructuras, educación y sanidad ha dejado a la región sumida en el olvido. Este abandono ha generado resentimiento y ha facilitado que el grupo insurgente encuentre apoyo entre algunas partes de la población.
- Explotación de recursos naturales. Las inversiones extranjeras en la extracción de gas y petróleo han exacerbado las tensiones en el territorio. Mientras las grandes empresas se llevan los beneficios, la población local no ve mejoras en sus condiciones de vida. Esta desconexión entre la riqueza de la tierra y la pobreza de sus habitantes ha contribuido al estallido de la violencia.
Consecuencias del conflicto en Mozambique
La guerra de Cabo Delgado no solo ha traído violencia, sino también una crisis humanitaria de proporciones épicas. Aquí te comentamos algunas de las principales consecuencias que enfrenta Cabo Delgado.
- Desplazamientos forzados. Más de 700.000 personas han tenido que abandonar sus hogares, buscando un refugio en otras partes de Mozambique o que en países vecinos como Tanzania. Viven en campamentos improvisados, enfrentándose a la falta de alimentos, agua potable y atención médica.
- Crisis humanitaria. Con aldeas enteras arrasadas y la infraestructura destruida, la región enfrenta una emergencia humanitaria. Las personas desplazadas no tienen acceso a lo más básico: comida, agua limpia o un lugar seguro para dormir. Organizaciones humanitarias, como Ayuda en Acción, están haciendo todo lo posible por brindar asistencia, pero las necesidades superan con creces los recursos disponibles.
- Violaciones de derechos humanos. Tanto los insurgentes como las fuerzas de seguridad de Mozambique han sido acusados de cometer graves violaciones de derechos humanos, incluyendo ejecuciones sumarias, torturas y abusos sexuales.
- Destrucción de infraestructura. Aldeas enteras han sido destruidas y muchas de las infraestructuras de Cabo Delgado, como escuelas, hospitales y carreteras, han sido severamente dañadas. Esto provoca que la población no tenga acceso a servicios esenciales y dificulte aún más la recuperación.
Ayuda en Acción en Cabo Delgado
Ante esta devastadora emergencia en Mozambique, Ayuda en Acción ha decidido intervenir en Cabo Delgado, especialmente en el distrito de Metuge, para ofrecer apoyo a las personas más afectadas por el conflicto. ¿Cómo?
Facilitamos acceso a refugios seguros y adaptados. Para ello, construimos 250 albergues para personas en situación de vulnerabilidad. Estos albergues no solo mejoran la protección en las comunidades, sino que también garantizan un acceso seguro a servicios e infraestructuras básicas.
Además, reducimos el impacto de las enfermedades de transmisión por el agua. Lo logramos mediante la mejora del acceso a servicios e instalaciones de agua, saneamiento e higiene.
Ante emergencias como esta, responder con rapidez es vital. Cada minuto pude salvar vidas. Por eso, desde Ayuda en Acción creamos un fondo de emergencia. Pero, ¿qué es un fondo de emergencia y para qué sirve? Se trata de un fondo económico que nos permite contar con recursos para reaccionar y cubrir con rapidez las necesidades durante y después de la emergencia, como esta guerra en Mozambique.