La filantropía corporativa ha ido tomando fuerza en los últimos años. Hasta tal punto que incluso llega a protagonizar la estrategia de responsabilidad social corporativa para muchas entidades. Debido al aumento del número de empresas que colaboran con asociaciones o fundaciones como Ayuda en Acción, creemos que es importante que conozcas determinados aspectos que pueden ayudar a que entiendas mejor qué es eso de la filantropía empresarial y cómo puede hacer avanzar el mundo esta alianza con ONG como la nuestra. ¿Te quedas a leer?
¿Qué es la filantropía corporativa?
Cuando hablamos de filantropía corporativa nos referimos a las acciones que las empresas, de forma voluntaria y bajo una estrategia bien definida, inician para apoyar causas sociales, educativas, ambientales o culturales.
Todas esas acciones pueden llevarse a cabo de múltiples formas, ya sea a través de donaciones, con voluntariado, a través de eventos específicos… A través de estas alianzas entre empresas y ONG se busca que la actividad empresarial tenga un impacto positivo en el mundo, principalmente en las comunidades donde ambas trabajan.
La filantropía corporativa o empresarial tiene efectos, pues, tanto para el sector privado como para el tercer sector, ya que es posible inspirar nuevas ideas o enfoques que pueden llevar a cabo ONG y empresas, tanto juntas como por separado. De esta forma se abren puertas a nuevas formas de innovación social, generando un impacto positivo para las personas.
Formas de llevar a cabo la filantropía corporativa
Como decimos, existen múltiples formas de llevar a cabo la filantropía en el mundo de la empresa. Veamos cuáles son las más comunes.
Donaciones
Algunas empresas optan por, se podría decir, el camino más fácil o directo: la de las donaciones. Se trata de destinar una parte de los beneficios empresariales a apoyar proyectos de organizaciones que trabajan en los sectores a los que la empresa decide impactar. En ocasiones, también hay empresas que promueven que su propia plantilla realice donaciones para proyectos específicos. En el peor momento de la pandemia, empresas como Sanytol o Sodexo promovieron entre sus empleados/as realizar donaciones a beneficio de nuestros proyectos de educación en emergencias.
Voluntariado corporativo
Sin duda, el voluntariado corporativo es una forma de filantropía corporativa o empresarial que Ayuda en Acción conoce bien. En los últimos años hemos llevado a cabo con empresas como KPMG, Deloitte, Santander.
Este tipo de voluntariado supone que la plantilla de la empresa dedique habilidades o parte de su jornada laboral (aunque a veces puede ser fuera de la misma) a causas sociales. Sin duda, el voluntariado corporativo ayuda a fortalecer el equipo y a generar ese engagement que tanto buscan las empresas con su propia plantilla.
Alianzas con ONG
Cada vez es más frecuente encontrar empresas que establecen alianzas con ONG como Ayuda en Acción. A través de ellas se llevan a cabo, normalmente, proyectos específicos en los que ambas entidades ganan (un win-win en toda regla). Aunque quien realmente gana son las personas que se benefician de los proyectos, ya que se combinan recursos y conocimientos con el objetivo de maximizar el impacto social.
Otras iniciativas
Muchas empresas lo que sí hacen es enfocarse en la reducción de su propio impacto ambiental. De este modo, comienzan a usar energías renovables o ejecutan programas de conservación, reciclaje, etc. ¡Todo suma!
Beneficios de la filantropía corporativa
Los beneficios de la filantropía corporativa son muchos, comenzando por la propia imagen de marca. Y es que, de cara al cliente final, es un punto a favor que puede decidir la compra o que puede hacer que sean más leales a la marca, debido a su compromiso social. Pero esa fidelización también se busca con la propia plantilla. En general, preferimos asociarnos, a cualquier nivel, con empresas que reflejen nuestros propios principios y valores.
Además, la participación en proyectos de filantropía puede inspirar otras ideas dentro de las empresas, que luego traducirán a su negocio generando nuevas oportunidades que beneficien a las comunidades en las que trabajan o para las que destinan sus productos.
En definitiva, la filantropía corporativa podría definirse como una herramienta capaz de devolver a la sociedad parte de lo que recibe. No solo tiene impactos positivos para la propia empresa, sino que contribuye a crear entornos justos y sostenibles para las personas a la vez que mejoran la reputación y la eficiencia empresarial. No es algo puntual, sino que se mantiene en el tiempo y sobrepasa obligaciones legales o fiscales. Es, como si dijéramos, un modus vivendi para la propia empresa, que no permanece ajena a los problemas que rodean tanto a sus clientes como a sus empleados/as y a ella misma.