1 de cada 3 niños en el mundo sufre maltrato psicológico infantil, una forma de violencia a la que tendemos a restar importancia, pero con consecuencias tan destructivas como las derivadas de la violencia física o el abandono. Así lo afirma un estudio de la Universidad McGill, en Canadá, que demostró mediante escáneres cerebrales que el rechazo, la humillación, la intimidación y otras formas de maltrato psicológico infantil tienen las mismas consecuencias para el cerebro del niño que la violencia física y el abandono. Desde ansiedad a depresión, agresividad...
El profesor David Bueno, experto en la relación de neurociencia y comportamiento humano, confirma esta idea. Un niño no recordará lo que ha vivido antes de los 3 años, pero eso no significa que no deje huella en su cerebro. Y si ha sufrido algún tipo de violencia estructural, establecerá un patrón que difícilmente podrá cambiar: miedo o más violencia.
Maltrato psicológico infantil en España
Desde 2012 España cuenta con un Registro Unificado de casos de sospecha de Maltrato Infantil (RUMI), dependiente del Ministerio de Sanidad. Dicho registro recoge de manera conjunta las denuncias del personal sanitario, los centros educativos, los servicios sociales o los cuerpos de seguridad de cada comunidad. ¿Los resultados? Los registros de maltrato psicológico infantil superan año tras año a la violencia física y el abuso sexual.
Otro de los referentes en este tema es la Fundación ANAR, responsable del Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes en riesgo: 900 20 20 10. Se trata de una línea confidencial, gratuita y atendida las 24 horas del día por psicólogos, para cualquier situación en la que un menor requiera su ayuda. Su último informe sobre la evolución de la violencia contra la infancia constata un incremento del maltrato psicológico infantil de un 600% desde 2009. Además, aunque en su caso la mayor parte de llamadas atendidas corresponden a violencia física, esta a menudo se combina también con insultos verbales y otras formas de abuso emocional prolongadas en el tiempo.
Las familias también son responsables del maltrato psicológico infantil
El acoso escolar es una forma de maltrato psicológico infantil, y debemos aprender a prevenirlo y detectarlo a tiempo. Pero es solo la punta del iceberg. Los datos parecen indicar que buena parte de la violencia contra los menores no se genera en las aulas. La ejercen aquellos que deberían estar cuidando y protegiendo a los niños: sus familias. También el abuso emocional. Y se convierte así en un mal invisible, enormemente difícil de detectar y especialmente dañino.
Pero, ¿en qué consiste el maltrato psicológico infantil de padres o cuidadores? Agresiones verbales continuadas, rechazo a cualquier forma de contacto, ausencia de respuesta a las expresiones o necesidades emocionales del niño. Y todos aquellos comportamientos que suponen desvalorizarle de forma constante, humillarle y fomentar el miedo.
Es decir, cuando hablamos de maltrato psicológico infantil no hablamos de acciones puntuales sino de una pauta frecuente o prolongada en el tiempo. Pero el principal problema a la hora de detectarlo no es solo que se produzca en espacios normalmente privados. Los expertos coinciden en señalar algo más enraizado en nuestra sociedad. El cómo la disciplina del miedo o las críticas constantes al niño/a, e incluso un cierto nivel de insultos se han normalizado. Y la agresión al menor se asume como una forma de imponer disciplina, un comportamiento que no permitimos como sociedad en ninguna otra etapa de la vida. De ahí que diversas instituciones propongan la necesidad de una mayor formación, de más Escuelas de Padres/Madres que faciliten a los progenitores herramientas para educar en positivo, evitando así las consecuencias destructivas que puede tener el maltrato psicológico infantil.

Cómo detectar el maltrato psicológico infantil
Por sí solo no deja huellas visibles, heridas o moratones. Pero sí hay señales que pueden darnos algunas pistas. De ahí que, a la necesidad de formar a padres y madres, se sume la de dar mayor información a la sociedad en su conjunto, muy especialmente a profesionales que por su labor pueden entrar en contacto con menores.
Las consecuencias del maltrato psicológico infantil dependen de la duración, la edad, quienes hayan sido los maltratadores… Y pueden manifestarse de muchas formas distintas. En algunos casos, los niños muestran apatía, falta de concentración o dificultades para dormir. También cambios bruscos de peso, falta de higiene personal o agresividad. Según la procedencia del maltrato, las víctimas pueden evitar a los compañeros, o alargar el tiempo en el patio o deambulando por el barrio para evitar ir a casa. Y mostrar ansiedad, depresión, y en los casos más graves, incluso comportamientos de ANS (Autolesión No Suicida) o ideas de suicidio.
La buena noticia es que tú también puedes ayudar. Estate atento a las señales y muéstrate cercano y abierto a escuchar a cualquier menor de tu círculo que necesite hablar: un amigo de tus hijos, un vecino, una alumna… pueden ser víctimas de maltrato psicológico infantil o violencia física. En España más de 30 menores al día lo son.