Desde hace 30 años, cada 25 de julio con el objetivo de visibilizar a las mujeres afrodescendientes, se conmemora el Día de las Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora (también conocido como Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente) como una fecha para visibilizar las resistencias y reivindicaciones de las mujeres afro. El propósito de esta jornada es fortalecer la lucha contra el racismo y la xenofobia desde una perspectiva de género. En un mundo en el que todo se mueve tan rápido, lo que no se cuenta no existe y por eso hoy, más que nunca, queremos contarlo, hablar de ellas y de su lucha: romper las barreras.

Ecuador es el cuarto país de América Latina con mayor presencia de mujeres afrodescendientes. Por delante están Brasil, Colombia y Venezuela.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en Ecuador, el 7% de las mujeres se identifica como afrodescendiente. Además, el 18,4% de afroecuatorianas vive en condiciones de pobreza extrema (por encima de la media nacional situada en 10,5%), mientras que el 7,9% es analfabeta. Asimismo, según la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres, las mujeres afroecuatorianas tienen los niveles más altos de violencia (71,8%) en comparación con el promedio del país (64,9%).

Estas cifras evidencian el doble obstáculo al que se enfrentan las mujeres afrodescendientes: diferentes formas de discriminación debido a su identidad étnica como a su condición de género. Desde Ayuda en Acción estamos presentes en las provincias de Esmeraldas, Carchi e Imbabura, donde, precisamente, hay mayor comunidad de mujeres afroecuatorianas, interviniendo en varias líneas como la prevención de la violencia de género, derechos de las mujeres, y la independencia y el empoderamiento económico.

Apoyamos la inserción laboral de mujeres afrodescendientes


Uno de los principales problemas para las mujeres afroecuatorianas es la inserción laboral. Según el INEC, no solo presentan el índice más alto de desempleo (13%), sino que también, entre las mujeres trabajadoras, la mayoría no tiene acceso a derechos laborales ni cuenta con empleos adecuados o dignos (72,1%).


En Ayuda en Acción trabajamos para derribar estereotipos y reducir la brecha de desigualdad en el proyecto Mujeres afrodescendientes acceden a empleo adecuado, financiado por el Ayuntamiento de Barcelona y ejecutado en conjunto con el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP) en Imbabura.

Además de realizar un estudio del mercado laboral, 99 mujeres incorporaron competencias profesionales transversales, 80 de ellas se capacitaron en competencias profesionales duras, llegando también a 80 familias para el reparto equitativo de las tareas y el trabajo no remunerado del hogar.

En el marco del proyecto, también nueve mujeres fueron insertadas en el mercado laboral. Sin embargo, su experiencia y la de sus compañeras reflejan la discriminación a la que se han visto expuestas durante su vida: “para mí ha sido duro, no siempre me han abierto las puertas por mi color de piel”, comenta María Fernanda, participante del proyecto. Para Mayra, defender sus derechos es fundamental: “la inserción laboral del pueblo afrodescendiente es demasiado baja. Ser mujer afrodescendiente para mí es una maravilla, es una bendición. Nosotras sí somos capaces, podemos y sabemos hacer diferentes cosas”.

Comprometidos por el empoderamiento de las mujeres afro


En Ayuda en Acción enfocamos nuestro compromiso por la igualdad y equidad de género a través de la Escuela Nacional de Derechos, que es también una herramienta importante para la prevención de la violencia basada en género. Sabemos que empoderar a las mujeres es sinónimo de que puedan ser protagonistas en la promoción y defensa de los derechos humanos, y tener una participación activa en sus comunidades.

“Somos mujeres que emprendemos, capaces e inteligentes. Sabemos que hay muchas mujeres, que están en la política, se han levantado. Y por eso tenemos que levantarnos por aquellas que aún no pueden”, explica Marisol desde la parroquia de Timbiré (Esmeraldas). Al igual que Marisol, María (parroquia La Concepción, Carchi) es parte de proyectos vinculados con el desarrollo de cadenas de valor sostenibles para el empoderamiento e independencia económica de las mujeres.

Mujeres afrodescendientes en Ecuador

“Trabajo en la acción comunitaria. Soy parte de la Coordinadora Nacional de Mujeres Negras (CONAMUNE), que lucha por los derechos humanos y los derechos específicos de las mujeres. Es en ese marco, que nos vinculamos con Ayuda en Acción y FEPP, lo cual en este momento estamos trabajando el proyecto de mejoramiento de las economías de las mujeres a través del aprovechamiento de los bosques secos y con el proyecto de elaboración de aceites esenciales”.

Más unidas y preparadas


Construimos espacios de igualdad libres de violencia, proporcionando las herramientas para el empoderamiento y autonomía de las mujeres a través de emprendimientos productivos como derivados del cacao fino de aroma, bocashi, textiles, hostelería y restauración, aceites esenciales, agrícolas o la crianza de animales menores.

“Antes de que emprendiéramos con el cacao, nos agrupábamos para hacer menudo, rellenas, empanadas, etc., para tener pequeños ingresos. Ahora tenemos otra forma de trabajar, Ayuda en Acción nos ha ayudado y hemos avanzado en la producción de las barras de chocolate, bombones, chocolate blanco y pasta de chocolate”, afirma Saidi Ángulo, de la parroquia Timbiré, quien añade que al estar organizadas, están más unidas y preparadas.

Durante el año 2021 en Ayuda en Acción hemos conseguimos implicar a 439 mujeres afrodescendientes y a 28 organizaciones de mujeres en emprendimientos.

(*Artículo escrito por Aitor Montero Manzano, Ayuda en Acción en Ecuador)