España es un país solidario. Y no solo lo decimos nosotros. Lo confirma el estudio ‘La colaboración de los españoles con las entidades no lucrativas’, realizado por la Asociación Española de Fundraising. Un informe que profundiza en el perfil de los donantes de nuestro país y los temas que más les preocupan. ¿Y cuáles son sus conclusiones?
El perfil de los donantes ocasionales
De acuerdo con este estudio, 9 de cada 10 españoles mayores de 18 años ha colaborado alguna vez con una causa solidaria, aunque no necesariamente con una cantidad económica. En esa cifra se contemplan también otras formas de contribuir, como donar ropa o alimentos, comprar un producto cuyo importe se destina a fines sociales o firmar en favor de una causa solidaria. Por tanto, el perfil de los donantes de este tipo es muy variado.
Si hablamos exclusivamente de una colaboración económica, un 55 % de los españoles ha hecho en alguna ocasión una aportación de este tipo. ¿Y cómo es en ese caso el perfil de los donantes? Algo más de la mitad son mujeres y la edad media en ambos sexos es de 49 años. ¿Y es gente con mucho dinero? No necesariamente. De hecho, solo el 39 % es de clase media-alta.
¿Por qué ayudan los que ayudan?
A la mayoría les mueve la empatía. Es decir, el sentimiento de que todos podríamos encontrarnos en un momento difícil, y la necesidad, ante esto, de echar una mano a quien está en una situación vulnerable. Pero el perfil de estos donantes es también el de personas que actúan por cuestiones éticas y que ayudan a los demás movidos por una idea de justicia. O, dicho de otro modo, por el convencimiento de que todos podríamos hacer algo para mejorar el mundo y contribuir a hacerlo un poco más justo.
Además, un 11 % de los encuestados de este estudio alega otra razón, y hace hincapié, con ello, en una realidad que a veces pasa desapercibida: la necesidad de ayudar también a los más próximos. Es decir, a esas personas de nuestro barrio, nuestro bloque o el cole de nuestros hijos que también necesitan apoyo, y que a menudo pasan apuros económicos o tienen problemas que no vemos, convencidos como estamos de que el hambre, la falta de luz eléctrica o el no poder pagar unas gafas son cosas que ocurren solo lejos de nuestro país o en determinados grupos sociales.
De hecho, fueron precisamente unas gafas las que hicieron que Silvia, donante de Ayuda en Acción, abriera los ojos a esa otra realidad, la de aquellos con los que compartimos espacio sin saber que lo están pasando realmente mal para hacer frente a necesidades básicas. Por eso, nuestra organización creó hace unos años el programa ‘Aquí también’, destinado a ayudar a las familias en riesgo de exclusión social de nuestro país.
Los temas que más preocupan a los españoles
Los españoles dicen sentir una mayor preocupación por la infancia y los ancianos que no tienen apoyo familiar. Pero en el perfil de los donantes palabras y hechos no parecen ir de la mano. La mayor parte de las donaciones van destinadas a otro colectivo: el de los enfermos. De hecho, la infancia ocupa un segundo puesto y los problemas de las personas mayores que viven solas ni siquiera aparecen entre las cuestiones que reciben mayor atención más allá de las palabras. Además de dirigirse a enfermos y menores, las donaciones se destinan principalmente a las víctimas de catástrofes, las personas refugiadas o sin recursos, el medioambiente y distintas causas vinculadas a la mujer.
¿Y cuál es el perfil de los no donantes?
De acuerdo con la Asociación Española de Fundraising, la mayoría de estas personas desconfía de las ONG. Muchos acusan a estas organizaciones de falta de transparencia, y señalan esa opacidad en las cuentas como la principal causa de su falta de confianza. Sin embargo, 8 de 10 españoles cree que la labor de las ONG es muy importante. Y un 34 % de los que no apoyan causas solidarias dicen que si no lo hacen es porque no pueden permitírselo.
Si tú tampoco andas demasiado bien de dinero, pero tienes ganas de ayudar, plantéate otras vías. Quizás se te ocurran formas de dar tu apoyo a los demás más allá del clásico desembolso mensual. Por ejemplo, pagar un día un simple café o un bocadillo a alguien que lo necesita. O también dar clases gratuitas de refuerzo a esos niños de tu barrio a los que no pueden ponerles un profesor particular. Además, si dispones de tiempo libre, puedes plantearte otras opciones de voluntariado. Desde Ayuda en Acción coordinamos varios programas de este tipo, tanto en España como en otras zonas del mundo. Y seguro que tú también das el perfil de voluntario para este 2019.