Es paradójico que una enfermedad que afecta a las vías respiratorias como es la COVID-19 suponga una bocanada de aire para nuestro planeta. Las medidas de confinamiento decretadas en España y todo el mundo para frenar la pandemia han supuesto una reducción drástica de la emisión de CO2 a nuestra atmósfera. En nuestra mano está que, tras el fin del confinamiento por el coronavirus, nuestro medio ambiente deje de sufrir las consecuencias de nuestro estilo de vida.


Coronavirus y medio ambiente: los datos


Descenso drástico de los desplazamientos en coche. Frenazo de la producción industrial. Bajada del número y frecuencia de vuelos. Suspensión de grandes concentraciones de gente como eventos deportivos, sociales y culturales. Estas son algunos de los causantes de este respiro a nuestro planeta.


• En las tres últimas semanas de febrero, China emitió 150 millones de toneladas métricas menos de CO2 a la atmósfera. Esta cifra equivale a todo el dióxido de carbono que la ciudad de Nueva York emite durante el año.


• También en el mes de febrero, el promedio de días sin contaminación atmosférica en China aumentó en un 21,5% en comparación con las mismas fechas del año anterior.


• En España, la contaminación del aire se ha reducido un 64% de media. Barcelona ha sido la más beneficiada (83%) seguida de Castellón (76%) y Madrid (73%). Son datos de este estudio realizado por la Universitat Politècnica de València.


• El primer día laborable después del decreto de Estado de Alerta, el tráfico en la almendra central de Madrid descendió un 38,5%. Y un 57% en las carreteras que se encuentran fuera de la circunvalación de la M-30.


• Los habitantes de Venecia por fin pueden ver el fondo de los canales de la ciudad y en algunos tramos han llegado a divisar bancos de peces. 


• Y las redes sociales están llenas de vídeos que nos muestran animales salvajes en vecindarios. Parece que la naturaleza está ocupando el espacio perdido.


• España es el país en el que la población ha reducido más sus desplazamientos para acudir al trabajo y lugares de ocio. Y es el segundo (tras Italia) en acudir a centros comerciales para comprar alimentación. Datos que se han conocido gracias a los Informes de Movilidad Comunitaria COVID-19 que ha hecho públicos Google.


En España, la contaminación del aire se ha reducido un 64% de media. Pero, nos nos dejemos eclipsar... podría haber un efecto rebote cuando el confinamiento acabe. Clic para tuitear


Ciudad vacía


El efecto rebote: ¿y luego qué?


Sin embargo, que estas buenas noticias no nos eclipsen. Greenpeace advierte que el coronavirus no nos traerá un planeta más verde. Los niveles de gases contaminantes como el dióxido de nitrógeno y las emisiones de gases de efecto invernadero se han reducido de forma drástica. Pero advierten que la concentración de CO2 en la atmósfera sigue en aumento.


No son pocas las personas que se preguntan qué pasará cuando termine el confinamiento y las consecuencias que tendrá para el medio ambiente. Las medidas que los gobiernos tomen para estimular la economía podrían suponer un efecto rebote. Pero también nuestro comportamiento como consumidores. Si, tras estas semanas de confinamiento, nos da por consumir o viajar en exceso, por ejemplo, las fábricas tendrán que incrementar su producción para satisfacer nuestra demanda.


Una vez más está en nuestra mano. ¿Qué precio tiene que pagar el medio ambiente para que continuemos con nuestro estilo de vida?