Guatemala enfrenta un grave problema de salud pública debido a sus lentos avances en la lucha contra la desnutrición crónica. Su prevalencia de desnutrición crónica en el país alcanza el 46,5%, cifra cuatro veces superior al promedio de América Latina. Las poblaciones más afectadas son las de bajos ingresos, rurales e indígenas y los departamentos más impactados son Huehuetenango, Chiquimula y Totonicapán.
El departamento de Huehuetenango está situado en el occidente de Guatemala y es el segundo más poblado (1,2 millones de habitantes) después de la capital. Además, es el que comparte la frontera más extensa con México, lo cual lo convierte uno de los departamentos con mayores movimientos migratorios del país. El 72% de su población vive en el área rural y el 65% pertenece al pueblo maya, principalmente a la comunidad lingüística mam (42%), con un índice de pobreza departamental del 73,8%. El área de intervención de esta propuesta está concentrada en dos municipios de Huehuetenango: San Juan Atitán y San Idelfonso Ixtahuacán.
La economía de Huehuetenango se ha basado en la agricultura con diferentes cultivos de acuerdo con la variedad del clima. En tierra caliente, se encuentra producción de café, caña de azúcar, tabaco, chile, yuca, achiote y gran variedad de frutas. En tierra fría, se cultiva trigo, papa, cebada, alfalfa, frijol, algunas verduras y frutas propicias del clima. El maíz se produce en todo el departamento, así como el café, con gran reconocimiento nacional e internacional. En cuanto a la producción pecuaria, hay grandes rebaños de ovejas; mientras que el ganado vacuno y caballar se ha reducido a pequeñas haciendas. Existe además una importante producción de artesanías y textiles.