El cambio climático es una realidad, un problema que no entiende de fronteras y, por tanto, un reto global al que, como señala el ODS 13, debemos enfrentarnos lo antes posible. Actualmente las emisiones de gas de efecto invernadero están en el nivel más alto de la historia y si no actuamos ya, la temperatura media de la superficie terrestre podría aumentar unos 3 grados centígrados este siglo.


¿Qué supone eso? Por cada grado que aumenta la temperatura, la producción de cereales se reduce un 5% aproximadamente, y las consecuencias de un clima más cálido no solo se están notando en la producción de maíz, trigo y otros productos, sino también en los océanos o el hielo del Ártico.


Además, el cambio climático aumenta la probabilidad de desastres naturales y tiene efectos devastadores en otros ámbitos, provoca la sequía y la degradación de la tierra, lo que a su vez desencadena importantes migraciones humanas. Además, causa estragos en la calidad del aire y el acceso al agua en algunas zonas del planeta, lo que repercute enormemente en la salud de la población. Es, en definitiva, el desencadenante de un devastador efecto dominó del que nadie sale indemne, y que perjudica especialmente a los más pobres. De ahí la importancia de cumplir con el ODS 13.


¿Qué hace falta para alcanzar el ODS 13?


En los últimos años la comunidad internacional parece haber tomado mayor conciencia del problema. Y ha comenzado a ponerlo sobre la mesa. De hecho, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2015 (COP 21) ya marcó un punto de inflexión de cara al ODS 13. Allí nació el llamado Acuerdo de París y, con él, el compromiso de trabajar para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados.  En abril de 2018, el Acuerdo de París había sido ratificado por 175 partes, y 10 países en desarrollo habían presentado sus planes nacionales de respuesta al cambio climático. Todo ello representa, al menos, un paso en la dirección correcta. Sin embargo, las palabras no son suficientes.


Es necesario cumplir con lo acordado y adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático, y hacerlo además a distintos niveles. Más allá de las políticas internacionales, la consecución del ODS 13 está también estrechamente relacionada con las actuaciones de las empresas privadas. De hecho, conseguir que se comprometan a eliminar o reducir progresivamente las emisiones de carbono es fundamental. ¿Cómo? Convenciéndoles de las ventajas de apostar por la innovación y las inversiones a largo plazo en eficiencia energética.


A ello hay que sumar, también, el papel fundamental del consumidor final, ese que con sus decisiones de compra y su preocupación por el medio ambiente puede influir en las políticas empresariales. Nuestras acciones cotidianas marcan enormemente las posibilidades de alcanzar el ODS 13. Por eso debemos apostar, en la medida de lo posible, por consumir productos de proximidad, lo que repercutiría en la reducción de las emisiones derivadas del transporte de mercancías.



¡Emergencia! Hay 70 millones de personas desplazadas de forma forzosa en el mundo a causa de sequías, desastres, hambre...



¿Qué hacemos desde Ayuda en Acción en favor del ODS 13?


El cambio climático es el responsable de algunos de los desastres naturales más devastadores de los últimos años. Desde Ayuda en Acción trabajamos intensamente para estar allí dónde nos necesitan y paliar los daños producidos por estos fenómenos. Por ejemplo, las fuertes lluvias provocadas por ‘El Niño Costero’ que asolaron Perú en 2017, y ante las cuales, Ayuda en Acción se movilizó para proporcionar ocho toneladas de ayuda humanitaria: alimentos, artículos de higiene básica y kits potabilizadores de agua.


Nuestro deseo, sin embargo, es que este tipo de ayuda deje de ser necesaria. Y con ese propósito trabajamos, luchando en favor del ODS 13 a distintos niveles. En primer lugar, a través de nuestros contenidos, tratando de concienciar a la población general sobre la importancia de cuidar el planeta. Pero también sobre el terreno, luchando para evitar que el cambio climático perjudique aún más a las personas más vulnerables.


Con esa idea en mente, hemos enseñado técnicas de riego y gestión del agua en algunas de las zonas de África más afectadas por la sequía, como Etiopía. Es un intento de paliar una de las consecuencias más devastadoras del cambio climático. Además, el ODS 13 está estrechamente relacionado con el ODS 7, que establece la necesidad de garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.


Si quieres ayudarnos a trabajar en favor del ODS 13 y sus metas, hay muchas formas de colaborar con nosotros. Puedes implicarte más directamente a través del voluntariado o colaborar con una donación puntual o periódica. ¡Infórmate y descubre la opción que mejor se adapta a ti!