Algunos de los países más pobres del planeta son víctimas de un mal devastador: la sequía. Millones de personas en el mundo viven sin agua corriente y deben recorrer largas distancias para acceder a ella.  ¿Cuáles son las consecuencias? La ausencia de agua limpia provoca condiciones insalubres, y la muerte de más de 800 niños al día por enfermedades asociadas a la falta de higiene. Además, no tener acceso al agua aumenta la pobreza, recrudece el hambre y la desnutrición y amplía la brecha de género. Tener que caminar durante horas en su busca y recorrer varios kilómetros con ese peso perjudica a la salud de quienes cumplen esa dura tarea, mujeres y niñas. Y supone, además, un grave obstáculo para su educación, de ahí que el acceso a agua limpia y saneamiento haya sido considerado de tanta importancia como para convertirse en el ODS 6.


Su cumplimiento es básico para alcanzar otros Objetivos de Desarrollo Sostenible, como los relacionados con la salud y la igualdad, pero el reto no es fácil. Gracias al trabajo realizado por la comunidad internacional y las organizaciones de la sociedad civil durante los últimos años, un porcentaje cada vez mayor de la población tiene acceso a fuentes de agua potable, pero mentiríamos si dijéramos que ya está todo hecho. 


¿Qué hace falta para alcanzar el ODS 6?


En el planeta Tierra contamos con suficiente agua dulce como para que todas las personas que vivimos en él podamos disfrutar de ella. Pero para cumplir el ODS 6 es necesario mejorar el acceso a agua apta para el consumo y la gestión racional de los ecosistemas. Actualmente, más del 80 % de las aguas residuales se vierten en ríos y mares sin someterlas a ningún tratamiento, algo que evidentemente hay que solucionar. Es necesario invertir en investigación y desarrollo de los recursos hídricos e incluir a mujeres, jóvenes y a comunidades indígenas en las decisiones sobre su gestión.


Los datos que conocemos acerca del uso del agua son preocupantes: 1.800 millones de personas utilizan una fuente de agua potable contaminada por restos fecales y más de 2.400 millones de personas en el mundo carecen todavía de servicios de saneamiento básicos, como retretes o letrinas.


Sin embargo, sabemos que alcanzar el ODS 6 es posible. En su momento se estableció que el coste sería de unos 28.400 millones de dólares al año entre 2015 y 2030, lo  que supone un 0,10% de la producción total de los 140 países implicados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así lo señalaba al menos un estudio realizado conjuntamente por el Banco Mundial, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS).


¿Qué hace Ayuda en Acción en favor del ODS 6?


Afrontamos el reto desde distintos frentes. En primer lugar, trabajamos para construir depósitos y facilitar el acceso a agua potable en distintas zonas del mundo, como en el municipio de Ckochas (Bolivia), donde sirviéndonos de la colaboración de nuestro voluntariado, hemos entregado 150 filtros potabilizadores a las familias más vulnerables de varias comunidades. Donde antes consumían el agua recogida en vertientes, pozos y ríos -agua que suele transportar desechos orgánicos- ahora consumen agua limpia gracias a estos filtros, que utilizarán durante la próxima década y que mejorará, sin duda, sus condiciones sanitarias.


En otros lugares, como en Kenia, proporcionamos formación sobre la gestión sostenible del agua. Allí enseñamos a las mujeres técnicas de riego que les permitan administrar el agua de forma eficiente y sacar adelante la cosecha a pesar de los periodos de sequía.


En Hembecho (Etiopía) la construcción de un pozo de agua potable ha transformado a la comunidad. Contar con agua limpia no solo ha mejorado las condiciones de higiene y reducido las enfermedades, sino que también ha permitido que las niñas que antes dedicaban su día en ir a buscar agua, ahora puedan ir a la escuela e invertir su tiempo en su futuro. Pero en este caso no solo se trata de la construcción de un pozo, sino que la formación para su gestión es imprescindible para que el proyecto sea sostenible a lo largo del tiempo. Por eso les hemos ayudado a constituir un comité del agua, hemos construido letrinas y hemos proporcionado educación en salud a todos los miembros de las familias de esta comunidad, sobre todo pautas de higiene personal y saneamiento especialmente enfocadas a la prevención de enfermedades gástricas, una de las principales causas de mortalidad infantil en países como Etiopía.


Pero la escasez de agua todavía afecta al 40 % de la población mundial. Y tú también puedes poner tu granito de arena para cambiarlo y ayudarnos a conseguir el ODS 6.  ¿Cómo?



  • Utiliza los recursos hídricos con responsabilidad. Por ejemplo, procura darte duchas cortas y ten en cuenta que las bañeras necesitan muchos más litros de agua que una ducha de entre 5 y 10 minutos.

  • Actúa como altavoz: utiliza tus redes sociales para concienciar a los demás sobre el ODS 6 y el resto de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Puedes hacerlo con tus propios mensajes o compartiendo contenidos como este y otros de nuestro blog o de otras organizaciones.

  • Colabora con nosotros: puedes hacer una donación puntual o mensual, apadrinar un niño o ser parte de nuestro voluntariado. Existen muchas formas de ayudarnos a llevar agua potable y saneamiento a quienes más lo necesitan.


Y recuerda, el ODS 6 es cosa de todos y todas.