Para los más pequeños y pequeñas de la casa el mes de junio es sinónimo de tardes libres, evaluaciones y, por supuesto, las ansiadas vacaciones. Después de un curso en el que se han esforzado mucho, es el momento de recibir su recompensa y disfrutar del verano. Sin embargo, mientras que algunos están preparando las mochilas para sus campamentos o viajes, muchos niños y niñas no tendrán vacaciones. Es el caso de 580.000 menores, según un informe publicado el año pasado por Educo.


Esta es otra de las caras pobreza. Estos menores se encuentran en hogares donde sus padres y madres están desempleados, tienen empleos precarios o trabajos estacionales. El periodo estival es una oportunidad para llevar algún ingreso a casa y el matricular a sus hijos e hijas a un campamento de verano (u otras actividades de ocio) es un gasto que muchos no pueden asumir. ¿Qué pasa con estos niños y niñas? Los que disponen de redes de apoyo (amistades o familiares) pueden dejarlos a cargo de algún adulto. Los que no, se tienen que quedar solos.


Pero el no poder acceder a este tipo de actividades es también signo de desigualdad. Según un reciente estudio publicado por la Fundació Pere Tarrés, las niñas y niños que participan en actividades de ocio educativas cuentan con más competencias escolares y profesionales que los que no lo hacen. El no poder acceder al ocio es, pues, una dificultad más para poder romper el círculo de la pobreza.


Un derecho y una puerta a la integración


El artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño reconoce el derecho de la infancia al descanso, al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas. Pero, además de un derecho, es una herramienta muy valiosa para la integración.


Y es que, las actividades de ocio potencian las relaciones personales, de aprendizaje de la ciudadanía y de gestión de las emociones. También hace que sean más responsables, que conozcan otros entornos, que experimenten momentos de felicidad y de amistad. Pero además fomenta experiencias de ocio menos consumistas.



Tiene 10 años y aún no ha visto el mar.



Generamos oportunidades a la infancia, también en verano


En Ayuda en Acción estamos comprometidos con la infancia y adolescencia más vulnerable en España y lo hacemos trabajando codo con codo con los centros educativos a través del programa Aquí también. Durante todo el curso escolar proporcionamos becas para excursiones y salidas escolares y promovemos actividades extraescolares. De esta manera, niños, niñas y jóvenes en situación de pobreza tienen las mismas oportunidades que el resto de sus compañeros y compañeras.


Pero, ¿y en verano? Este año, ayudaremos a más 200 familias de Palma de Mallorca, Cornellá del Llobregat y Leganés (Madrid) para que puedan llevar a sus hijos e hijas a campamentos urbanos en sus ciudades. De esta forma, aseguramos que la infancia en situación de vulnerabilidad pueda disfrutar de un espacio de ocio educativo de calidad. Además, garantizamos una alimentación correcta y equilibrada.


Las actividades se desarrollarán durante el mes de julio (en el caso de Palma y Cornellá) y en julio y agosto en Leganés. En ellos, las niñas y niños podrán disfrutar de actividades deportivas, piscina, manualidades, juegos… con el resto de sus compañeros y compañeras. También se trabajará la educación en valores como el consumo responsable, el respeto al medio ambiente y la diversidad.