En una sociedad global las desigualdades sociales son visibles. Los niños y niñas de hoy en día viven en un entorno en el que hay un reparto desigual de la riqueza, pero ¿cómo explicárselo?


Uno de los criterios que debes tener en cuenta para explicar este tema a tu hijo o hija es que debes hablar con él o ella en un lenguaje adecuado para su edad. ¿Cómo lograr este objetivo a través de ejemplos sencillos?


Cómo hablar a los niños y niñas sobre la pobreza


1. Por ejemplo, aprovechamiento de la comida y de los recursos en casa. Un hábito muy importante para concienciar al niño o niña sobre el hambre en el mundo es ofrecerle el ejemplo de que resulta una irresponsabilidad tirar comida a la basura cuando otras familias pasan hambre. Además, también puedes propiciar el hábito de dedicar unas palabras de gratitud en el momento de la comida por poder disfrutar de ese menú en familia. Es tan sencillo como expresar unas palabras en voz alta.


2. Celebración de fechas internacionales. En el calendario internacional existen jornadas de reivindicación social para defender derechos fundamentales en la construcción de un mundo mejor. Por ejemplo, el día 17 de octubre se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Con motivo de esta jornada y de otras fechas significativas, puedes comentar con tu hijo o hija el tema de la pobreza a través de ejemplos específicos.


Por ejemplo, puedes explicarle que existen partes del mundo en la que los niños y niñas no pueden ir al colegio. O, también, familias que sufren como consecuencia de la falta de empleo. Con motivo de estas jornadas de reivindicación social, suelen organizarse distintos actos en ciudades y pueblos. En ese caso, consulta la agenda para observar si existe algún programa pedagógico específicamente diseñado para niños y niñas.


3. Actividades escolares. Los colegios están muy implicados con la transmisión de valores solidarios tan importantes como la construcción de un mundo mejor.. En ese caso, desde tu posición, muestra interés por conocer los detalles de esa actividad.


4. Tu hijo o hija te hará preguntas de un modo natural porque vive en un entorno en el que recibe información continua. Por ejemplo, puede que te haga una pregunta al observar a una persona que pide dinero en la calle. En ese caso, no pases el asunto por alto. Ofrece un ejemplo positivo a tu hijo al tener un trato humano hacia ese alguien que observáis cada día en el barrio.


Puedes darle algunos productos de comer, saludarle con amabilidad, hacerle alguna sugerencia que creas conveniente… A través del ejemplo visible de las necesidades existentes en el propio lugar de residencia, puedes explicar a tu hijo o hija el motivo por el que esa persona vive en la calle. Por ejemplo, no tiene trabajo para comprar una vivienda.


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5. Selecciona material pedagógico para explicar a tu hijo o hija la realidad de la pobreza en un lenguaje adaptado a su edad. Por ejemplo, selecciona un libro infantil que aborde esta temática. Si te animas, también puedes escribir un cuento. Es un buen ejercicio para fomentar la creatividad.


6. Lee de forma habitual los periódicos para seleccionar noticias que tienen un enfoque esperanzador e inspirador. Es decir, no transmitas a tu hijo el dramatismo alarmante de la realidad de los que más sufren a través de datos y sucesos que pueden angustiarle. Sin embargo, sí puedes compartir con él la buena noticia de un proyecto importante. Recorta estas noticias del periódico para hacerle partícipe de esa alegría. Lo adecuado es que expliques noticias de iniciativas llevadas a cabo por colegios puesto que, en ese caso, los protagonistas son niños y niñas y pueden sentirse identificados con ese ejemplo.


7. Habla a tu hijo o hija sobre la labor que realizan distintas entidades en la lucha contra la pobreza. Pon ejemplos concretos de qué hacen esas entidades y cómo gracias a ese trabajo constante existe una lucha activa contra la pobreza. De hecho, también puedes explicar que colaboras con alguna iniciativa.


8. Deja que tu hijo o hija desarrolle la empatía desde su posición. Por ejemplo, puedes preguntarle qué haría él para que los niños no pasen hambre. Podéis escribir esas ideas en un mural temático y colgarlo en un lugar visible de la casa. Puede ser un mural de inspiración con un título propio, por ejemplo, solidaridad.


9. Evita el consumismo y el materialismo. Para hacer tomar conciencia al niño de la realidad de la pobreza en el mundo, es conveniente que tengas la sensibilidad de ser coherente con esta realidad social. Es evidente que tu hijo merece tener una vida bonita, buena y muy feliz. Sin embargo, conviene no confundir este hecho con el derroche constante. Comparte con tu hijo planes que no tienen un coste económico alto, de este modo, educas su propia sensibilidad para ir más allá del materialismo. Por ejemplo, enséñale a compartir sus juguetes.


10. Recuerda cómo te explicaron a ti el asunto de la pobreza en la infancia. Tal vez no recuerdes el primer comentario que recibiste sobre esto, sin embargo, seguro que sí recuerdas experiencias en relación con este tema. En ese caso, a partir de aquello que a ti te ayudó a crecer, convierte esa vivencia en un buen legado de experiencia para educar ahora a tu hijo.


Pobreza y sufrimiento son dos realidades difíciles, pero no solo en la infancia. En cualquier etapa de la vida. Por tanto, confía en tu propia intuición para hablar de este tema a tu hijo o hija en el momento adecuado. Tú conoces mejor que nadie a tu hijo. No se trata de saturar al niño o niña con este tema, sino de integrarlo de forma natural cuando se presente la ocasión.