La desigualdad entre mujeres y hombres no es una cuestión del pasado, sigue siendo el presente. Pensemos en nuestra vida cotidiana: ¿realmente hay igualdad? La respuesta es negativa. Sabemos que la brecha de desigualdad de género ha disminuido en España, pero sigue existiendo. Así lo demuestran las cifras sobre salarios medios, empleo, datos sobre conciliación, cargos de responsabilidad e inclusión social, por plantear solo algunos ejemplos. Pero hay muchos más.
El salario medio anual de las mujeres es un 12,2% más bajo que el de los hombres. ¿Por qué ellos ganan más que ellas? No hay explicaciones. Las mujeres tardarán 170 años en acabar con la brecha salarial con respecto a los hombres, es decir, hasta el año 2186 no lo conseguiremos, según se desprende del Informe Global de Brecha de Género 2016 del Foro Económico Mundial. Sin duda, ¡no lo veremos!
La pobreza también se ensaña más con las mujeres en nuestro país. En España la brecha de género es importante a la hora de hablar de desempleo. Según la última Encuesta de Población Activa (tercer trimestre de 2019), la tasa de desempleo es de un 12,2% para hombres y de un 15,9% para las mujeres. La tasa de paro del año pasado se cerró en un 12,9% para ellos y un 16,3% para ellas. De nuevo nos topamos con la desigualdad de la mujer.
Tras estos datos se enmascara la desigualdad entre hombres y mujeres. Incluso en ámbitos de la vida cotidiana ellas se enfrentan a situaciones de desigualdad: recoger la casa y realizar tareas domésticas, hacerse cargo de los hijos, planes de conciliación, precariedad en el empleo, posibilidades de promocionar, participación en la vida política, ser juzgadas por la apariencia… ¿Cuántas veces nos hemos encontrado con profesiones lideradas mayoritariamente por hombres o por mujeres? ¿Cuántas hemos tenido que escuchar aquello de “no está lo suficientemente delgada” o “no es lo suficientemente mona”? ¿Cuántas veces vemos anuncios sexistas? Podríamos citar mil ejemplos distintos.
La desigualdad de la mujer en España: la educación es clave
La desigualdad de la mujer es una cuestión que nos concierne a todos y todas. Y la educación es la mejor herramienta clave para acabar con ella. Desde la infancia en muchas ocasiones nos enseñan roles de género distintos, los heredamos y pasan de generación en generación. Juguetes para niños y para niñas, colores para niños y para niñas, deportes para niños y para niñas... Por separado y sin pensar en las consecuencias. Se adoptan unos hábitos como algo “normalizado”, pero no lo es. Uno de los retos de Ayuda en Acción es luchar contra estos roles determinados, educando desde y por la igualdad. Porque la igualdad es un derecho y debemos defenderlo desde nuestro ámbito más cercano.
Las mujeres tardarán 170 años en acabar con la brecha salarial con respecto a los hombres Clic para tuitear
Las desigualdades de género perpetúan la pobreza de una generación a otra y reducen las posibilidades de las mujeres de salir de esta situación. En Ayuda en Acción luchamos en defensa de los derechos de la mujer, generando oportunidades y mejorando sus medios de vida. Lo hacemos con nuestro programa Mujeres en acción, un proyecto que apoya el empoderamiento de mujeres en vulnerabilidad social en España a través de formaciones y creación de redes de apoyo.
En España trabajamos en el marco de los centros educativos a través de nuestro programa Aquí también, apoyando tanto a la infancia como a sus familias mediante talleres de empleabilidad, con el objetivo de mejorar las condiciones de empleo de las familias y generar oportunidades en condiciones de igualdad, especialmente en las mujeres.