Aumentar la resiliencia a la inseguridad alimentaria y nutricional de la población vulnerable a través de oportunidades económicas y de empleo sostenibles con procesos de agricultura inteligente.
La región de Tahoua enfrenta una crisis multidimensional con niveles de pobreza extrema, un aumento desproporcionado de población, debilidad institucional, social y económica, estrés medioambiental y crisis alimentarias recurrentes. Todo esto se ve agravado por la falta de oportunidades económicas y de empleo para la población, empeorando la situación de pobreza existente, provocando alta vulnerabilidad de la población a la inseguridad alimentaria y nutricional y, en consecuencia, el éxodo rural y la emigración.
El departamento de Tillia (comunas de Telemcest, Tanahar, Inidboug, Tangaramgaram y la Zona de Acogida de refugiados de Intikane) sufre, además, conflictos intercomunitarios y ataques terroristas de numerosos grupos armados, que proliferan en la zona provocando movimientos de población, la cual se instala en campos de refugiados o en comunidades de acogida, incrementando así la vulnerabilidad de la población tanto local como desplazada y/o refugiada y afectando negativamente a la estabilización y la cohesión social.
El empleo juvenil en Níger sigue siendo un reto y las oportunidades de creación de empleo, especialmente en las zonas rurales, pueden contribuir a la estabilización y reducir la migración.
El proyecto busca reducir la inseguridad alimentaria y promover la resiliencia nutricional de la población local y de la desplazada y refugiada del departamento de Tillia. Igualmente se quiere generar oportunidades económicas y de empleo sostenibles con procesos de agricultura inteligente
El proyecto busca reducir la inseguridad alimentaria y promover la resiliencia nutricional de la población local y de la desplazada y refugiada del departamento de Tillia. Igualmente se quiere generar oportunidades económicas y de empleo sostenibles con procesos de agricultura inteligente tanto para la población local y de acogida como a la desplazada y refugiada.
Establecemos dos líneas de acción complementarias planteadas con un enfoque triple nexo:
1) Apoyo a la filial de mijo, cultivo prioritario en la región de Tahoua, así como de los procesos de cadena de valor para su mejor comercialización y acceso a mercados. Contribuimos a estimular la economía local mediante la creación de oportunidades de empleo en todas las etapas de la cadena de valor de los alimentos.
2) Acceso a una dieta de calidad basada en productos locales fortificados. El objetivo es facilitar la disponibilidad en los mercados locales, cantinas escolares y URENAM (Unidad de Recuperación y Educación Nutricional Ambulatoria Moderada) de alimentos nutritivos y fortificados que cumplan las normas de calidad, se ajusten a los hábitos alimentarios locales y sean asequibles y accesibles a toda la población.
El proyecto busca mejorar y aumentar la producción con la construcción de una unidad de fortificación de harina en la Zona de Acogida de Refugiados (ZAR) de Intikane, gestionada por mujeres. El proyecto las ayuda a distribuir y comercializar su producción en mercados aumentando así su fortaleza económica y contribuyendo a reducir las desigualdades de género.
Realizamos acciones de protección y cohesión social en todas las etapas del proyecto para atenuar la vulneración de los derechos fundamentales de la población vulnerable (refugiada y de acogida) sobre todo de mujeres y niños.
Cuenta con una alta formación en desarrollo y economía rural, género y medioambiente. Trabaja en el sector desde 1987 y tiene experiencia como director de ONG en Níger, en Marruecos y Palestina, director de programas en El Cairo y consultor ejecutivo, entre otros.
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