La Convención Americana de Derechos Humanos, también conocida como el Pacto de San José, es un tratado internacional que tiene como objetivo principal proteger y promover los derechos humanos en los países de América. Este acuerdo ha desempeñado un papel fundamental si nos referimos a la consolidación de los derechos humanos en América, dotando de un marco jurídico que garantiza la dignidad y libertad de las personas.
Si te interesa conocer más sobre este importante documento, ¡sigue leyendo!
¿Qué es la Convención Americana de Derechos Humanos?
La Convención Americana de Derechos Humanos es un tratado internacional adoptado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 1969 y entró en vigor en 1978. Su fin principal es establecer los derechos y libertades fundamentales que deben ser respetados y protegidos por los Estados parte.
Si hablamos de sus órganos de control, podemos mencionar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Comisión, por sus siglas CIDH, está integrada por siete miembros independientes y su sede está en Washington DC (Estados Unidos) y es un organismo autónomo de la OEA.
Historia de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
La Convención Americana de Derechos Humanos tiene su origen en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, adoptada en Bogotá en el año 1948. Dicho documento sentó las bases para la protección de los derechos humanos en el continente americano. Sin embargo, dicha declaración era más una declaración de intenciones, puesto que no tenía carácter vinculante para los Estados que conformaban la OEA.
Desde 1959 existe la CIDH, que comenzó a realizar desde 1961 visitas a diferentes países para comprobar la situación de los derechos humanos en cada territorio o bien para investigar situaciones particulares. Desde el año 1965 incluso comenzó a recibir denuncias o peticiones para investigar.
No fue hasta la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos en 1969, cuando se decidió crear una convención vinculante que debía establecer los derechos humanos de manera más precisa así como establecer mecanismos para su supervisión y protección efectiva. El resultado fue la Convención Americana de Derechos Humanos, también conocida como Pacto de San José, debido a que fue firmada en San José (Costa Rica) el 22 de noviembre de 1969, aunque no entró en vigor hasta el año 1978.
Hasta el momento, estos son los países que han ratificado la Convención: Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay. Hay también países que han renunciado a la Convención, como Trinidad y Tobago (1998) o Venezuela (2012).
El Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos o el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte complementan a dicha convención.
¿Qué establece la Convención Americana de Derechos Humanos?
La Convención Americana de Derechos Humanos establece una amplia gama de derechos y libertades fundamentales que deben ser respetados y protegidos por los Estados parte. Estos derechos incluyen, entre otros, el derecho a la vida, la libertad personal, la integridad personal, la libertad de pensamiento, de expresión y de asociación, el derecho a un juicio justo y el derecho a la protección judicial. Se trata de una serie de derechos humanos que reconocen otras figuras similares en otros continentes, como el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos.
El tratado también prohíbe la tortura, las desapariciones forzadas, la esclavitud y la discriminación, entre otras violaciones graves de los derechos humanos. Además, establece la obligación de los Estados de adoptar medidas legislativas, judiciales y administrativas para garantizar el pleno ejercicio de los derechos reconocidos en la Convención.
¿Qué es el Pacto de San José?
Como hemos dicho antes, a la Convención también se le conoce como el Pacto de San José. Es decir, ambas denominaciones son exactamente lo mismo.
Sin duda, el Pacto de San José representa un papel fundamental, como decíamos, para la promoción y protección de los derechos humanos en América, estableciendo además mecanismos de supervisión y protección de los derechos en él mencionado. Estos mecanismos son la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Antes los hemos mencionado pero, expliquemos un poco más de cada uno de ellos:
- Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): organismo autónomo de la OEA encargado de la promoción y protección de los derechos humanos en la región. Recibe y examina denuncias individuales y colectivas de violaciones de derechos humanos, realiza visitas in situ, emite informes y recomienda medidas a los Estados parte con el fin de que los derechos humanos estén mejor protegidos.
- Corte Interamericana de Derechos Humanos: es un órgano judicial que tiene la competencia para conocer y juzgar casos de violaciones graves de derechos humanos que sean sometidos a su jurisdicción. Emite sentencias vinculantes y los Estados están obligados a acatarlas y tomar medidas para remediar las violaciones que se hayan podido producir.