Siglo XXI, parece que el camino hacia la igualdad se acorta y podemos empezar a respirar tranquilas en un mundo sin desigualdades, pero aún queda otro bache por superar: la educación no sexista.

Sí, cada 8 de marzo las calles se llenan de mujeres, niñas y hombres gritando al cielo por aquellas que ya no están y por los derechos que faltan por conquistar. Y sí, claro que faltan derechos. Porque a pesar de los avances, tu amiga sigue avisándote al llegar a casa, solo como un pequeño recordatorio de que esta vez se ha salvado. Tu hermana sigue recibiendo muñecas como regalo. Y tú, sí, tú, sigues sin saber realmente qué mujeres han hecho historia y han cambiado tu vida por completo. ¿La respuesta? La educación como base de todos los valores de la sociedad. La educación no sexista como la cima que nos queda por alcanzar.

Tendrás preguntas, es normal. ¿La educación no sexista es la solución a un mundo de desigualdades entre hombres y mujeres? ¿Todas las mujeres tienen acceso a la educación? ¿La educación en igualdad ya existe, no? ¿O, no? ¡Vamos a descubrirlo!

Promoviendo la igualdad: la importancia de la educación no sexista


La educación sexista es aquella relacionada con la educación discriminatoria en función del sexo del alumnado. Por el contario, la educación no sexista es aquella que vela por la igualdad entre los dos sexos. Y, ¿cómo consigue la educación no sexista establecer una educación en igualdad?

  • Elimina las diferencias entre lo que se espera de los niños y las niñas.

  • Promueve el respeto y valora la diversidad.

  • Potencia el desarrollo de valores como la igualdad.

  • Elimina cualquier tipo de discriminación o estereotipo de género existente en la sociedad.


Seguro que en multitud de ocasiones has oído o, incluso, vivido estereotipos de género. ¡Pensemos algunos! “Los niños no juegan con muñecas”, “las niñas no deberían jugar al fútbol”, “los niños son mejores en matemáticas”, “las carreras de humanidades para las niñas”…

Estos estereotipos tienen un gran impacto en toda la sociedad, instauran mitos y creencias que nos marcan en todos los aspectos de nuestra vida. Y, por supuesto, en la igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, tenemos una herramienta poderosa para cambiarlo: la educación no sexista y la coeducación.

La coeducación es la acción educativa fundamentada en el reconocimiento de todas las potencialidades e individualidades de todo el alumnado, independientemente de su sexo, potenciando así la igualdad real de oportunidades.

Impacto en la sociedad de la educación no sexista


El acceso desigual a la educación es una realidad. Los datos nos muestran una panorámica más clara: diez millones más de niñas que de niños no van a la escuela primaria, según la ONU. Sí, parece increíble, pero nada más lejos de la realidad. ¿Y en España? La segregación de género en los estudios universitarios también es significativa: un 92% de quienes estudian educación infantil son mujeres; mientras que, en informática, el 86% son hombres.

Como ves, la educación no sexista es muy necesaria, y así nos lo recuerdan cada 21 de junio en el Día Internacional de la Educación No Sexista. Pero, ¿qué impacto tienen una educación igualitaria en la sociedad? ¡Veamos!

  • Igualdad de oportunidades. Al romper los estereotipos de género, se abre el camino para que todos los niños y niñas persigan sus sueños sin limitaciones basadas en su género.

  • Construcción de relaciones saludables. La educación no sexista fomenta el respeto mutuo, la empatía y la comunicación efectiva entre los géneros. Se eliminan los roles de género y promueve la construcción de relaciones basadas en la igualdad.

  • Más creatividad y diversidad. La educación para la igualdad permite que los niños y niñas descubran sus intereses y talentos sin restricciones.

  • Prevención de estereotipos y discriminación. Se rompen los estereotipos de género y, por lo tanto, prevenimos la discriminación y las creencias que perpetúan la desigualdad.

  • Empoderamiento y autoestima. Enseñar a los niños y niñas que son capaces de todo, independientemente de su género, fortalece su autoestima.


Hacia una educación igualitaria


Sabemos que la educación no sexista es crucial, pero cómo conseguimos implementarla. Reconozcámoslo, la educación es una pieza calve en la construcción de una sociedad libre de discriminación y violencia. Las instituciones educativas deben dejar de reproducir estereotipos de género y adoptar medidas que promuevan la igualdad. ¡Descubramos algunas iniciativas!

  • Revisar y actualizar los currículos. Incluir una perspectiva de género que destaque las contribuciones de las mujeres en todas las áreas de conocimiento, usando materiales inclusivos que presenten ejemplos diversos y equitativos de hombre y mujeres en roles no tradicionales.

  • Capacitar al equipo docente. Es muy importante ofrecer programas de formación continua para los docentes sobre igualdad de género y cómo identificar y combatir el sexismo en el aula.

  • Fomentar la participación de niñas en STEM. Establecer programas y actividades que motiven a las niñas a interesarse por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

  • Incentivar la participación de las familias. Realizar campañas de sensibilización dirigidas a padres y madres sobre la importancia de la educación no sexista.

  • Emplear un lenguaje inclusivo. Reflexionar sobre los apelativos estereotípicos que usa el profesorado para poder eliminarlos.


Promover una educación no sexista es un compromiso que debemos asumir todos. Juntos, podemos construir un futuro más igualitario y justo para las próximas generaciones. ¡Es hora de actuar!