Si el campamento de refugiados de Mai Aini fuera una fotografía fija, podríamos capturar a varios niños y niñas jugando a la pelota junto a un árbol, a un par de jóvenes probando sus primeros acordes sobre un piano eléctrico o a una mujer repasando concienzudamente el guión de su próxima obra teatral. Sin embargo, más allá del instante, este campamento ubicado al norte de Etiopía también alberga el sonido de más de 11.000 historias, tantas como sus habitantes, tan duras como esperanzadoras.
La joven Feven Tadesse tiene 17 años y desde hace uno vive con su madre y tres hermanos en Mai Aini. Como la mayor parte de quienes buscan refugio en Etiopía, proceden de la vecina Eritrea, un país cuyo sistema político y económico ha expulsado ya de sus hogares a miles de personas. “Yo tenía 8 años cuando nos fuimos de casa, pero mi madre siempre me cuenta lo dura que era la vida en Eritrea. Éramos seis hermanos y nos dedicábamos a la venta de cereales. Cuando mi padre murió, el gobierno confiscó nuestro negocio y en poco tiempo nos quedamos sin nada para comer. Mi madre cayó entonces muy enferma”, recuerda.
Cada miembro de la familia comenzó entonces un viaje en busca de oportunidades. Dos de sus hermanos intentaron cruzar el Mediterráneo, pero no consiguieron sobrevivir al mayor cementerio de migrantes del mundo, donde el año pasado murieron más de 1.000 personas. Otra de sus hermanas huyó a Uganda, pero hace mucho que no saben nada de ella y dudan que siga con vida. Ninguno tenía más de 26 años cuando intentó migrar. Hoy, mientras sueña con un futuro mejor en Europa y con el apoyo de Ayuda en Acción, Feven lucha cada día por mantener viva la esperanza de su madre y hermanos.
Nuestro trabajo con la población refugiada
Solo superado por Uganda y Sudán, Etiopía es el tercer país africano con mayor número de refugiados. Acoge casi un millón de personas procedentes de Sudán del Sur, Sudán, Somalia y Eritrea. A esto hay que sumar el desplazamiento masivo interno que vive el país debido a años de sequía y conflicto entre Estado y grupos rebeldes, lo que ha desembocado en casi nueve millones de personas con necesidad de asistencia y protección humanitaria.
Desde 2015, trabajamos junto al Servicio Jesuita de Refugiados (SJR) en los campamentos de Adiharush y Mai Aini, en la región de Tigray, al norte de Etiopía. En ellos residen más de 20.000 personas y casi 1.200 son menores no acompañados que son atendidos a través de redes comunitarias, “familiares de crianza” (personas que se hacen cargo) o por sí mismos.
Nuestra principal labor en los campamentos se basa en el apoyo psicosocial de la población mediante terapias y actividades recreativas (deporte, música, teatro pintura…) que ayuden a personas como Feven a superar los traumas vividos en sus países de origen y durante su viaje de huida, además de a sobrellevar el día a día.
Lucha contra el cambio climático
Además de los conflictos, el otro factor que pone en jaque la vida de millones de etíopes es la sequía. Etiopía pertenece al Sahel, una región africana especialmente vulnerable al cambio climático, lo que no hace sino agravar la precariedad existente en todos los sentidos. Así, se calcula que en el país viven 33 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria, mientras que 7,7 millones de menores de 5 años sufren desnutrición aguda.
El apoyo a las comunidades más vulnerables para hacer frente al cambio climático constituye una de las principales preocupaciones de Ayuda en Acción, con presencia en Etiopía desde 1996. Así, en la región de Oromía contamos con varios proyectos apoyados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) destinados a mejorar la seguridad alimentaria de la población, frenar el desempleo juvenil y evitar así que miles de familias se vean forzadas a migrar. También trabajamos contra el cambio climático en Wolaita, al sur, donde gracias a la AECID y nuestros socios ayudamos a las familias pastoralistas más vulnerables a hacer frente a la sequía, sobre todo garantizando su seguridad alimentaria y acceso a agua potable.
Conoce más historias sobre nuestro trabajo en movilidad humana visitando la página Ayuda en Acción: Operación Salida.