La brecha de género es una realidad presente en todo el mundo, y en muchos casos con drásticas consecuencias, de ahí que centre la atención del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 5. En los países en vías de desarrollo las mujeres y niñas son actualmente las que más obstáculos encuentran para acceder a la educación; de hecho, 2/3 de las personas que no saben leer ni escribir en el mundo son mujeres, lo que limita sus posibilidades de incorporarse al mundo laboral, alcanzar la libertad económica y desarrollar su autonomía. Ellas son, también, las principales víctimas de la esclavitud sexual, los matrimonios forzados y otros ataques contra los derechos fundamentales, como la mutilación genital femenina.


Es más, por sorprendente que pueda parecer, aún hoy en muchos países los hombres no pueden ser procesados por violaciones producidas dentro del matrimonio. Es decir, el concepto de violación ni siquiera se contempla en ese ámbito, o se perdona si, tras la violación, el agresor accede a casarse con la víctima. Pero eso no solo pasa en lugares lejanos y culturas distintas: también en el mundo desarrollado hay países en los que no hay una legislación que criminalice explícitamente las violaciones conyugales. Es el caso, por ejemplo, de Austria o España.


También en los países ricos las mujeres padecen desigualdades en su día a día por el simple hecho de serlo: sueldos inferiores a los de los hombres para puestos idénticos, vejaciones, palizas, humillaciones, etc. De ahí la importancia del ODS 5 para construir una sociedad más justa e igualitaria.



Nueva llamada a la acción



¿Qué hace falta para cumplir el ODS 5?


Alcanzar la igualdad de género pasa por empoderar a las mujeres es una tarea compleja que debemos abordar desde distintos ámbitos: con la ruptura de los estereotipos de género en los juguetes, la denuncia pública de la violencia de género o la necesidad de impulsar estrategias educativas en las que la igualdad de género sea transversal.


Porque sí, también el ODS 5 está estrechamente relacionado con la educación y por tanto, con el cumplimiento del ODS 4. Debemos asegurar que el acceso a la educación de niños y niñas sea igualitario, y facilitar el aprendizaje de las mujeres que no han podido recibir educación primaria, algo que es habitual aún en muchos lugares del mundo, sobre todo, en zonas de África subsahariana, Oceanía o Asia occidental, donde el cuidado de la casa, el ganado o las largas caminatas en busca de agua a menudo han apartado a las niñas de las aulas.


Para alcanzar el ODS 5 debemos trabajar para asegurar el acceso de las mujeres a una adecuada atención médica, con especial hincapié en la salud sexual, la atención durante el embarazo y el parto. El VIH es aún la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva y se trata de una dramática consecuencia de la desigualdad, ya que buena parte de los contagios son producidos en prácticas contra los derechos de las mujeres como la mutilación genital o la explotación sexual. La muerte durante el parto es  aún hoy una lacra en ciertas zonas del mundo debido a la falta de una atención adecuada.


Es necesario, también, acabar con la discriminación laboral: que las mujeres puedan acceder a las mismas oportunidades de trabajo en igualdad de condiciones con los hombres en cualquier lugar del mundo. En los países en vías de desarrollo, por ejemplo, tener un empleo puede marcar la diferencia entre que las mujeres caigan en las redes de trata o explotación o puedan ser libres. Además, un trabajo digno ayuda a alcanzar autonomía económica y  a desarrollar la autoestima de las mujeres víctimas de violencia de género en cualquier lugar del mundo.


Por otro lado, es necesario para cumpilr el ODS 5 que los problemas y necesidades de todas las niñas y mujeres del mundo estén correctamente representados en los procesos de decisión política y económica.


¿Cómo contribuye Ayuda en Acción a la consecución del ODS 5?


Trabajamos para generar condiciones de igualdad de género en diferentes ámbitos, dando a las niñas y mujeres el lugar que les corresponde en la vida de sus comunidades.


Una de las principales herramientas que utilizamos para ello es la educación, tanto formal como informal, y lo hacemos porque los datos demuestran que la educación también mejora las condiciones de vida de las mujeres, reduciéndose además la vulneración de sus derechos. Por ejemplo, está comprobado que las tasas de la práctica de la mutilación genital femenina es más alta en países en los que los índices de educación en mujeres y niñas es menor. Por tanto, para dar cumplimiento al ODS 5 desde Ayuda en Acción ponemos en marcha proyectos que faciliten el acceso a la educación desde la infancia, especialmente para niñas y mujeres, y trabajamos para concienciar e informar a la población sobre los derechos de las mujeres.


En los países y comunidades donde trabajamos, realizamos acciones formativas destinadas específicamente a mujeres, por ejemplo sobre cultivos o técnicas de riego, ya que la mayoría de las mujeres con las que trabajamos suelen dedicarse a la agricultura, y estas formaciones les permitirán ser autosuficientes. En este sentido, queremos que su trabajo vaya más allá de la supervivencia, y por eso en muchos de nuestros proyectos fomentamos la creación de comunidades de ahorro y microcrédito que les permiten poner en marcha proyectos que no podrían financiar de forma individual.


En España la desigualdad de género también existe. Por eso desde Ayuda en Acción y nuestro programa Aquí también desarrollamos proyectos destinados al crecimiento y empoderamiento de las mujeres, que se engloban dentro de la línea que llamamos Mujeres en Acción, dentro del que impartimos talleres de empleabilidad que aumentan las oportunidades de las familias más vulnerables, especialmente para las mujeres. Además, desde nuestro propio blog también trabajamos temáticas sobre género y educación, ofreciendo recursos para trabajar la igualdad en casa o en las aulas.


Porque tú también eres una pieza clave: practica la igualdad, educa a tus hijos e hijas en ella, no financies la explotación sexual y conciencia a tus amistades sobre lo que esto supone para las mujeres. Hay muchas cosas que puedes hacer para lograr la igualdad de género, entre otras, ayudarnos a luchar contra la desigualdad en los países más desfavorecidos puedes colaborando con nuestros proyectos de apoyo a los derechos de las mujeres.