Sí, existe un Día Mundial del Retrete. Y no, su celebración no es ninguna broma. Cada 19 de noviembre sirve para recordar algo que quizás no te hayas parado a pensar: un baño no es solo un baño. Además de ayudar a prevenir enfermedades como la COVID-19, crea oportunidades y protege nuestra dignidad. ¿Sabes que en el mundo todavía hay 673 millones de personas sin acceso a un retrete? Hoy te damos cinco razones para celebrar el Día Mundial del Retrete.
Cinco razones para celebrar el Día Mundial del Retrete
1. El retrete salva millones de vidas
Si algo comprobamos en nuestro trabajo diario contra la COVID-19 es la importancia de la higiene y el saneamiento para salvar vidas. Especialmente en contextos de pobreza, el acceso al llamado WASH (siglas en inglés de agua, saneamiento e higiene) ayuda a prevenir multitud de enfermedades e incluso la muerte. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer:
Más de la mitad de la población mundial no tiene retrete en su casa o no cuenta con un sistema de saneamiento eficiente.
La falta de saneamiento está detrás de más de 43.000 muertes por diarrea anuales.
La infancia, la más castigada: unos 297.000 niños y niñas menores de cinco años mueren anualmente de diarrea provocada por falta saneamiento, agua potable y/o higiene.
El acceso a agua potable, higiene y saneamiento es una de nuestras principales líneas de intervención. Pero el trabajo de Ayuda en Acción va mucho más allá de construir letrinas. La sensibilización es fundamental. En Uganda, por ejemplo, la infancia es nuestra aliada fundamental para transmitir a toda la comunidad la importancia de mantener buenas prácticas en materia de WASH.
Más de la mitad de la población mundial no tiene retrete. Estas son las 5 razones por las que un baño salva vidas Clic para tuitear
2. Es un derecho humano
Desde 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce (Resolución 64/292) el derecho humano al agua y el saneamiento. Todos los Estados y organizaciones internacionales están obligados a garantizar estos servicios, que deben ser:
Accesibles.
Seguros.
Aceptables.
Asequibles para todas las personas, sin discriminación.
En resumen, no basta con que haya baños disponibles. Tomemos como ejemplo el caso de Kiberia, el mayor barrio marginal de Nairobi, capital de Kenia. Durante su misión a Kenia, el entonces Relator Especial de la ONU sobre una vivienda adecuada, Miloon Kothari, descubrió por qué el barrio era conocido por los llamados “retretes voladores”. Aunque se habían instalado letrinas en la zona, no había suficientes para una población de más de medio millón de personas. ¿La solución? Muchas optaban por usar bolsas de plástico para defecar y arrojarlas luego a senderos, vertederos y ríos, de ahí el adjetivo de “voladores”.
3. Protege frente a situaciones de vulnerabilidad y crea oportunidades
El simple hecho de ir al baño puede suponer un riesgo para la dignidad y seguridad de muchas personas, sobre todo de mujeres y niñas. Tener que hacer sus necesidades al aire libre las expone a un gran número de peligros como el ataque de animales, el acoso o la violación, entre otros muchos.
Cuando existen letrinas, tampoco se dan siempre las condiciones para que estén seguras. En Etiopía, por ejemplo, los baños de las escuelas suelen ser muy rudimentarios. A veces consisten en un simple hoyo de madera y barro carente de puertas. Imagina las burlas, acoso e inseguridad que sufren muchas de ellas cada día por esta falta absoluta de intimidad. Gracias a nuestro trabajo de construcción y rehabilitación de letrinas en escuelas de países como Etiopía, conseguimos que miles de niñas se sientan ahora seguras y decidan continuar su educación.
4. Ayuda a luchar contra el cambio climático
El tema elegido para celebrar el Día Mundial del Retrete en 2020 es saneamiento sostenible y cambio climático. ¿Cómo puede un retrete ayudar a combatir la emergencia climática? Una de las claves se encuentra en las aguas residuales. Se calcula que, a nivel global, el 80% de estas aguas generadas por el ser humano vuelven al medio ambiente sin tratamiento ni reutilización.
En este sentido, existen grandes diferencias entre países: mientras que en los países más ricos los niveles de tratamiento de agua residual alcanzan el 70%, en los más empobrecidos apenas se trata un 8%. Esto genera un fuerte impacto en muchos ecosistemas costeros, fluviales y marinos. También dispara la transmisión de enfermedades contagiosas como la malaria o el tifus, entre otras.
5. Sin retrete, no hay desarrollo sostenible
La Agenda 2030 lo dice muy claro: el acceso al agua y saneamiento es un requisito irrenunciable para garantizar el desarrollo sostenible. Tanto, que el Objetivo 6 recoge este compromiso expreso:
De aquí a 2030, lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene adecuados y equitativos para todos y poner fin a la defecación al aire libre, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones de vulnerabilidad.
Estas son solo algunas razones que demuestran la importancia del Día Mundial del Retrete. Con tu ayuda, podremos seguir trabajando para que el saneamiento deje de ser un lujo y se convierta en un derecho al alcance de todas las personas, en todos los lugares.