Acabar con la pobreza sigue siendo uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos. Las consecuencias de la pandemia y el resto de factores socio-económicos que se han agravado en los últimos años, hacen todavía más difícil que antes la lucha contra la pobreza. Por eso el esfuerzo debe mantenerse o incluso aumentarse si es posible.

En Ayuda en Acción proponemos 10 soluciones para la pobreza, un problema que podemos erradicar con éxito con el apoyo de la ciudadanía.

¿Por qué debemos luchar contra la pobreza?


La lucha contra la pobreza es imprescindible desde un punto de vista ético y humanitario. En el siglo XXI resulta increíble que no hayamos podido conseguir un equilibrio económico y social en el que nadie tenga que sufrir las consecuencias de una situación económica desfavorable.

Además, la desigualdad en cualquier comunidad perjudica su crecimiento económico, afecta a las relaciones sociales y aumenta las tensiones hasta el punto de poder acabar en conflicto y guerra, haciendo todavía más profunda la pobreza entre esa población.

Únete y lucha contra la pobreza.





10 soluciones contra la pobreza


Proponemos a continuación cómo erradicar la pobreza con 10 soluciones prácticas, adaptadas a las nuevas necesidades sociales de nuestra época y que en algunos casos ya se han aplicado, con resultados satisfactorios.

Acabar con el hambre y la malnutrición


El hambre es a la vez causa y consecuencia de la pobreza. Esta es la razón por la que la erradicación del hambre encabeza nuestro ranking de formas de luchar contra la pobreza.

Los 1000 primeros días de vida son cruciales para cualquier ser humano. Durante esta etapa es cuando se produce el desarrollo básico de los niños y niñas y una buena nutrición juega un papel esencial. El hambre y la desnutrición en la infancia son causa de mortalidad infantil, pero también puede provocar una ralentización de su desarrollo físico e intelectual, consecuencias irreversibles que les acompañarán toda su vida.

Está demostrado que una población enferma es menos productiva. La malnutrición (en cualquiera de sus formas) también acarrea graves consecuencias en la salud de las personas adultas. La obesidad, por ejemplo, puede desembocar en enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión, asma, problemas respiratorios o enfermedades hepáticas.

Cobertura universal de la salud


Como hemos visto anteriormente, pobreza y salud están íntimamente ligadas. Y son los dos elementos clave de una pescadilla que se muerde la cola. La pobreza provoca que la población enferma no tenga recursos para acceder a determinados tratamientos. Por otro lado, una alta incidencia de enfermedades en un territorio impide que este se desarrolle económicamente.

Adaptación al cambio climático


Los desastres naturales –incrementados por los efectos del cambio climático– se traducen en pérdidas de cultivos, ganado e infraestructuras. Esto supone una reducción drástica de la producción de alimentos básicos. Esto incide directamente en la seguridad alimentaria de la población con menos recursos pero también en sus medios de vida.

Para acabar con la pobreza, también es necesario que apoyemos a las poblaciones más empobrecidas a que reduzcan su vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático.

Acceso universal a la educación de calidad


Sabemos que la educación es la herramienta más importante para romper el círculo de la pobreza y supone un importante impulso para generar más y mejores oportunidades en la infancia y adolescencia. Garantizar el acceso a una educación inclusiva, equitativa y de calidad a todo el alumnado es el primer paso para poner en sus manos un futuro lejos de la pobreza y lleno de oportunidades.

Aumentar la inversión en el desarrollo de regiones y comunidades empobrecidas


La cooperación internacional o los proyectos de desarrollo son los mejores caminos para acabar con la pobreza. Este tipo de acciones a medio-largo plazo tienen por objetivo atajar sus causas desde diversos frentes. En Ayuda en Acción trabajamos codo a codo con las poblaciones beneficiarias, haciéndoles partícipes de su desarrollo desde el primer momento, detectando sus necesidades y poniendo en marcha un exhaustivo plan que revisamos cada tres años.

Atajar la desigualdad de género


La pobreza tiene rostro de mujer y la desigualdad de género es una barrera más que impide a las mujeres salir de la pobreza. La brecha de género a nivel educativo y salarial, el acceso a la propiedad de la tierra y a puestos de responsabilidad o la falta

Invertir en centros comunitarios y sociales


Las soluciones para la pobreza pasan por los servicios de ayuda directa y social hacia las personas que lo necesitan. Con centros comunitarios y sociales, es posible afrontar iniciativas grupales con las que ayudar a estas personas a tener la oportunidad de un futuro mejor.

Ayudar en bancos de alimentos


Entre las 10 soluciones para la pobreza hemos identificado acabar con el hambre como la primera de ellas. Pero también es importante ayudar a quienes tienen dificultades para conseguir los alimentos necesarios con los que ofrecer una buena alimentación a su familia.

Aquí los bancos de alimentos juegan un papel determinante, ya que ayudan a familias enteras a poder completar su "cesta de la compra", con la que disfrutar de una alimentación saludable a la que no tienen acceso por razones económicas.

Realizar voluntariado


Cómo erradicar la pobreza no solamente depende de la administración pública, instituciones y ONGs. Realizar actividades como voluntariado es imprescindible para que en conjunto se puedan alcanzar metas concretas. Por eso te animamos a apuntarte a aquellas actividades con las que puedas ayudar a los demás. Cada pequeño gesto puede marcar una gran diferencia.

Aportar donaciones a las personas más pobres


A través de donaciones como la tuya, podemos afrontar proyectos a largo plazo con los que ayudar a comunidades enteras. Así asentamos las bases educativas, económicas y sociales necesarias, para que las generaciones actuales y futuras puedan superar el obstáculo de la pobreza.

Acabar con la pobreza es posible


Esperamos que después de leer este post ya no seas de quienes creen que alcanzar el ODS 1 (fin de la pobreza) es una utopía. Pero si sigues pensando así, te vamos a dar un dato. Según la ONU, si todos los países ricos destinaran solo el 1% de sus ingresos al combate contra la pobreza, acabaríamos con ella en menos de 20 años.

Luchar contra esta lacra también está en tu mano. Puedes contribuir a ello haciendo voluntariado (también puedes hacerlo de forma virtual) en alguna organización que, como Ayuda en Acción, lucha contra la pobreza y las desigualdades. Además, puedes dar un paso más aportando un donativo o haciéndote socio o socia. Y por supuesto, puedes apadrinar un niño o un grupo de niños y niñas para invertir no solo en su futuro, sino para ayudar a salir de la pobreza a toda su comunidad.

 

Acabar con la pobreza está en tu mano.